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La industria de automoción

Las plantas de PSA en España y Portugal quedan fuera de la fabricación de motores del grupo

El consorcio francés anunció este año tres plantas en Eslovaquia, Marruecos e Irán - Balaídos pujó sin éxito por una unidad de motorizaciones de gasolina con Trémery

Operarios de una planta de mecánica de PSA. // Reuters

La multinacional automovilística Grupo PSA está impulsando la fabricación de motores fuera de Francia. Solo este año, el consorcio que preside Carlos Tavares ha anunciado nuevas fábricas de mecánica en Eslovaquia, Marruecos e Irán, con una capacidad de producción conjunta de unas 760.000 unidades al año, que a priori proveerán a las factorías de coches de cada país. El centro de Vigo se posicionó a principios de 2015 para acoger una nueva unidad de motores de gasolina EB Turbo PureTech (con capacidad para 200.000 unidades), con una inversión de 150 millones de euros, y que al final se quedó en Trémery (Francia) tras las presiones ejercidas por las autoridades galas.

Con esta nueva estrategia, PSA ha roto el tabú que existía en el grupo respecto a la fabricación de motores fuera de territorio galo (que concentra todavía el 80% de la producción de motores y cajas de cambio). El nuevo mapa mundial de plantas de mecánica apuesta claramente por los mercados emergentes, pese a que la multinacional ha centralizado las inversiones en motorizaciones híbridas y eléctricas en Francia. La última factoría de mecánica anunciada por el grupo es la de Irán, para 360.000 vehículos al año, y que suministrará a las plantas de Teherán y Kashan de Peugeot-Khodro y Citroën-SAIPA, como ya avanzó este periódico.

Con anterioridad, PSA había confirmado dos nuevas fábricas de motores en Trnava, Eslovaquia, para unas 200.000 unidades al año, y Kénitra, en Marruecos, con la misma capacidad (aunque iniciará su actividad con unas 90.000 unidades al año). Estos tres centros se suman a los que la multinacional ya posee en Brasil, Argentina y China. El nuevo modelo de negocio de PSA apuesta porque cada nueva planta de ensamblaje de vehículos fabrique sus propias mecánicas, reduciendo así los costes de logística.

El centro de PSA-Vigo, a requerimiento de la propia multinacional, había entrado a principios de 2015 en liza por una nueva unidad de motores de gasolina EB Turbo PureTech, con el objetivo de hacer frente a la cada vez mayor demanda de este tipo de motorizaciones ante el declive del diésel. Pero al contrario que con los proyectos de Trnava, Kénitra o Teherán, que apenas tuvieron repercusión social en Francia, la participación de Balaídos en esta oferta movilizó a los trabajadores de la planta francesa de Trémery e incluso al propio Gobierno de Francia, por lo que al final la inversión (unos 150 millones de euros) se quedó en el país. Françoise Hollande en persona confirmó esta adjudicación.

Durante la puja, los sindicatos franceses cargaron contra Vigo por su "inexperiencia" en estos productos, pese a que en Galicia se montaron durante años motores y componentes mecánicos en una planta en Ourense y Balaídos tiene una nave adaptada también a elementos de mecánica, así como por la falta de espacio en el polígono empresarial vigués. El polo industrial ibérico, que agrupa a las plantas de Vigo, Mangualde (Portugal) y Villaverde, seguirá recibiendo los motores para sus vehículos de Francia.

A mayores de los nuevos lanzamientos industriales (K9, V20 y F3), PSA apuesta por el polo ibérico, sobre todo por Balaídos, para sus nuevos proyectos de innovación y desarrollo a través de colaboraciones.

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