Abanca, el banco derivado de la fusión de las extintas cajas de ahorro gallegas, ha cerrado el primer semestre del año con un beneficio neto de 186 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,2% con respecto al mismo periodo de 2015. Estos resultados se explican por la mejora del margen comercial vinculado a la actividad tradicional, que crece un 14% debido al "dinamismo" en la concesión de créditos, y también por el descenso del capítulo de provisiones, que bajó en 103 millones por las menores obligaciones que tiene la entidad.

Entre enero y junio, el volumen del crédito concedido a la clientela ha subido un 6,6% hasta alcanzar un total de 25.751 millones de euros, de los que 5.241, casi un tercio más que en el primer semestre de 2015, están destinados a las empresas y autónomos. Por la otra vía de negocio, los depósitos de clientes minoristas aumentaron un 3,1% hasta situarse en los 29.762 millones de euros. Estas magnitudes permiten a Abanca hacerse en Galicia con una cuota de mercado del 31% en cuanto al crédito y del 41% sobre los depósitos.

En la presentación de las cuentas, el vicepresidente del banco, Juan Carlos Escotet, y el consejero delegado, Francisco Botas, destacaron el crecimiento "sostenible y constante a lo largo del tiempo" de la entidad financiera.

La buena marcha del banco se apoya también en otras cifras, como la mejora de los activos de un ritmo superior a la media del sector. Los saldos dudosos se han reducido un 22% hasta caer de 3.131 a los 2.441 millones de euros y el ratio de morosidad ha bajado al 7,6%. "La mejora de la calidad de los activos se ha conseguido manteniendo políticas de extremada prudencia. De este modo, la cobertura del crédito dudoso se ha situado en el 60%, uno de los niveles más elevados del sector", asegura Abanca.

Los ingresos por servicios y comisiones crecieron diez puntos para llegar a los 76 millones, los gastos de explotación se contrajeron un 3% para situarse en 257 millones de euros. El banco asegura que ha sumado un 20% más de altas de nuevos clientes y que tres de cada cuatro de ellos tienen menos de 45 años.

Abanca sostiene que se mantiene como una de las entidades más capitalizadas del sector, con un margen de 1.152 millones de euros sobre las exigencias regulatorias, y que dispone de más de 10.900 millones en activos líquidos y capacidad de emisión.

Con estas magnitudes, Juan Carlos Escotet dijo que estarán "atentos" a cualquier eventual proceso de concentración bancaria, pero advirtió que no necesariamente se puede lograr o aumentar la eficiencia con "nuevas consolidaciones".

Preguntado sobre la posible salida a bolsa de Abanca, el vicepresidente comentó que ahora "no parece un buen momento" y que por tanto no hay prisa, y que será a partir del año 2018 cuando se comience a valorar la posibilidad de acudir al parqué.

En cuanto a la posible compra por parte de Globalvia a Sacyr, Abanca y Liberbank del 45,1% que suman en la concesionaria de autopistas Itínere -que entre otros viales explota la gallega AP-9-, Escotet precisó que "no hay nada concreto", pero que en cualquier caso, la posición de su banco, como participante minoritario en el accionariado de Itínere, es la de "acompañamiento" del accionista mayoritario en el escenario de que se decida finalmente su venta.