La política de bajos tipos de interés aplicada por el Banco Central Europeo (BCE) para impulsar la recuperación de la economía ha provocado que la rentabilidad que ofrecen los bancos a los clientes por los depósitos a plazo sea prácticamente nula y que, por ello, muchos ahorradores hayan decidido sacar su dinero de este tipo de productos. Es lo que ha ocurrido en el caso de Galicia, donde los fondos colocados en depósitos a plazo descendieron un 18% desde que a finales de 2013 el BCE intensificó su ofensiva monetaria con bajos tipos de interés.

El organismo presidido por Mario Draghi fijó a finales de 2013 el precio oficial del dinero en el 0,5%. En enero de 2014 lo bajó al 0,25% y en septiembre del mismo año volvió a reducirlo, hasta el 0,05%, nivel en el que se mantuvo hasta que en marzo de este año lo rebajó nuevamente, hasta el actual 0%.

Ese efecto cascada en los tipos de interés provocó que la rentabilidad que ofrecen los bancos a los clientes por sus depósitos también haya caído paulatinamente, por lo que cada vez son menos atractivos como producto de inversión. De hecho, en el primer trimestre de 2014 los gallegos tenían colocados en depósitos a plazo cerca de 30.200 millones de euros, una cifra que cayó a 24.747 millones a cierre de marzo del presente ejercicio (-5.453 millones), según los datos publicados por el Banco de España.