La junta de vicepresidentes de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) se reúne hoy en Santiago para analizar el plan de viabilidad que les exige la banca para conceder una tercera hipoteca sobre la sede por importe de 1,5 millones de euros. Será la tercera vez que el patrón de los empresarios gallegos, Antonio Dieter Moure, presenta medidas de contingencia tras el rechazo a sus dos proyectos iniciales. El plan incluirá despidos y rebajas salariales, pero en las confederaciones provinciales -serán las primeras en conocer el documento- ignoran el resto del contenido. "Confío en que salga adelante, pero siempre puede haber observaciones que nos obliguen a cambiarlo", admite Dieter.

El ourensano se reunió ya con el pool bancario para entregar las cuentas aprobadas de 2014 y 2015, pero las entidades le recordaron que es necesario el plan de viabilidad y el presupuesto de este ejercicio. Por ahora, y para aliviar el estado crítico de tesorería de la CEG, ha pedido a provinciales y sectoriales que abonen parte de la cuota anual para poder abonar la "cuota vencida" de la hipoteca, que supera los 80.000 euros. "Estamos en junio, lo único que hemos hecho es pasar las cuotas", explica a FARO. "Todo el mundo quiere que vivamos de las cuotas pero luego hay quejas para pagarlas".

A finales de mes la CEG tiene que afrontar el pago de facturas atrasadas por 600.000 euros, y no alcanza los 40.000 de tesorería. Con el ingreso de parte de las cuotas Dieter pretende cancelar la letra vencida de la hipoteca y negociar con las entidades, que son las únicas que pueden evitar el concurso de acreedores de la patronal. De cara al futuro el presidente de la CEG planteará a la junta la necesidad de cobrar las cuotas de manera trimestral, no a final de año, para "tener siempre dinero" en caja. El reparto de las ayudas por la ley de participación institucional también se ingresa entre enero y febrero, con lo que la organización debe administrar durante todo el año estas entradas de dinero.

La exigencia de las confederaciones provinciales respecto al plan de viabilidad es elevada. El primer proyecto que presentó Dieter no incluía el pago de todo o parte de los 650.000 euros que reclama la Xunta por el incumplimiento parcial del Pexga ni el impacto de una tercera hipoteca en gastos por intereses financieros. Si la CEG, que ya presentó recurso de alzada, plantea un contencioso, deberá aportar una fianza por la cantidad que le reclama el Ejecutivo gallego (y que no tiene). Otra opción es reconocer parte de la sanción y negociar con el Fisco gallego (Atriga) los plazos de pago.

En cuanto al futuro del Pexga, las negociaciones para la renovación del convenio -el actual expira este año- no han comenzado y, teniendo en cuenta que es año electoral, no está claro que vaya a continuar en 2017. Los empresarios quieren que el plan de viabilidad recoja todas las variables para que sea creíble y, sobre todo, para que sustente un proyecto a largo plazo para la organización.