Una vez apuntalada la recuperación del Grupo PSA, el Estado francés se plantea la venta total o parcial de su participación del 14% en el primer fabricante de coches del país, operación que, según el valor actual en bolsa del consorcio, generaría una importante plusvalía para las arcas públicas, según recogieron ayer varios medios de comunicación galos. El Elíseo había desembolsado en 2014 unos 800 millones de euros por ese 14%, el mismo porcentaje que mantiene el consorcio chino Dongfeng Motors (DFM) y la familia Peugeot.

PSA, bajo el mando del antiguo "número dos" de Renault, Carlos Tavares, ha regresado a la senda de los beneficios y actualmente la participación del Estado galo valdría unos 1.500 millones de euros, una plusvalía que el Gobierno del presidente François Hollande se plantea recuperar. "Escrutamos el conjunto de las participaciones. La de PSA tiene una triple ventaja: primero, el grupo va mejor y ha sacado la cabeza del agua; además, se trata de una participación reciente, no ha un vínculo histórico; por último, se ha revalorizado mucho", reconoció al diario Les Echos una fuente del ejecutivo socialista francés.

La decisión no se habría tomado todavía, precisa Les Echos, que subraya que la venta de las acciones del Estado en PSA abriría la puerta a una mayor influencia en el grupo de su socio chino. Por ello se contemplan también "escenarios intermedios", como reducir la participación al 10%, lo que le permitiría al Gobierno convertir en líquido parte de la plusvalía y mantener a dos miembros en el consejo de administración, agregó el periódico. La familia Peugeot, por su parte, estaría dispuesta a participar en una posible ampliación de capital para mantener el carácter francés de la compañía y recuperar parte del poder de decisión perdido durante la crisis y la entrada del Elíseo y de Dongfeng.

Por otra parte, PSA anunció ayer con motivo de la celebración del Innovation Day que tiene previsto lanzar cuatro nuevos modelos 100% eléctricos al mercado hasta 2021, aunque el primero de estos vehículos se comercializará desde 2019. La empresa señaló que el desarrollo de sus modelos se basará en dos plataformas diferentes, lo que le permitirá ofrecer una amplia gama de vehículos con motores de combustión, así como con tecnología eléctrica e híbrida enchufable combinada propulsores de gasolina desde 2019.

PSA apuntó que estas dos plataformas serán compatibles con los recursos de producción destinados en el marco del programa industrial Plant of the Future. Así, la nueva arquitectura CMP, desarrollada junto con Dongfeng, se dedicará a modelos compactos urbanos, sedans y todocaminos. De su lado, la variante e-CMP permitirá el lanzamiento de una nueva generación de vehículos eléctricos con autonomías de hasta 450 kilómetros y con soluciones de carga ultrarrápidas, ofreciendo doce kilómetros de por cada minuto de recarga.

Por su parte, la arquitectura EMP2 (que estrenó el centro de Vigo con el C4-Picasso) fue lanzada en 2013 y se utiliza en modelos compactos y premium. Desde 2019, se incorporarán los primeros modelos híbridos enchufables con tracción a las cuatro ruedas, 60 kilómetros de autonomía en modo eléctrico y una alta eficiencia. Como parte de su plan estratégico, la multinacional tiene intención de poner a la venta siete vehículos híbridos enchufables de forma gradual entre 2019 y 2021. Además, dichos modelos vendrán acompañados con un sistema de carga en cuatro horas.