El lunes empezó por no desmentirlo y ayer ante las acusaciones de oscurantismo de sus plantillas confirmó a los comités de empresa de las factorías de A Coruña, San Cibrao (Lugo) y Avilés que efectivamente estudia vender las tres factorías que le quedan en España, como ya ayer publicó este diario, aunque el proceso no ha hecho más que empezar y hay acuerdos de confidencialidad firmados con los posibles compradores que le impiden dar demasiados detalles. La multinacional aluminera no descarta tampoco llegar a un acuerdo con algún otro grupo para cerrar una alianza industrial. De hecho ya construyó -aunque por motivos geopolíticos más que económicos- la planta de Arabia Saudí con una firma pública, Ma'aden en una joint venture.

Los aspirantes a comprar las factorías españolas de aluminio primario de Alcoa son el grupo industrial español Aludium y tres fondos de inversión extranjeros. Como adelantó ayer este periódico, el proceso de venta que tiene entre manos la multinacional estadounidense incluye las tres factorías, en bloque, y son cuatro los candidatos que están visitando desde hace semanas las plantas. Entre ellos, sólo hay un español. Aludium es la compañía que gestiona tres plantas que pertenecieron a Alcoa y que la multinacional vendió al fondo de inversión Atlas Holding en 2014: los centros de Amorebieta, Alicante (de extrusión, laminación) y la francesa de Castelsarrasin. Además, es el principal cliente de la multinacional en España. Según fuentes próximas a los sindicatos, Alcoa vende a Aludium en torno al 50% de la producción de las plantas A Coruña, San Cibrao y Avilés.

La dirección de la factoría de San Cibrao fue la primera en cerrar el lunes por la tarde una cita con los representantes sindicales de sus trabajadores para la mañana de ayer, pero finalmente los encuentros se produjeron también en

A Coruña y Avilés y la información facilitada fue prácticamente la misma. Alcoa reconoce abiertamente que la venta es una de las opciones que analiza para sus plantas españolas dentro del plan estratégico que tiene entre manos la multinacional. Entre esas opciones también se encuentran una posible fusión o la adhesión de nuevos socios o clientes, si bien las fuentes consultadas por este periódico señalan la venta como la opción que más interesa a la propia multinacional, que adquirió la entonces Inespal en 1998. Los responsables de la planta coruñesa también precisaron que la aluminera estadounidense ha contratado los servicios de una serie de empresas -entre ellas, el banco de negocios Goldman Sachs- que le asesoran y que han visitado las plantas con los candidatos a comprarlas. Las primeras expediciones fueron las de esos analistas y consultores financieros y técnicos que "estudian todos los activos para tomar la decisión más adecuada" y hacen una valoración de los mismos. A ellos se ha unido en las dos últimas semanas los grupos interesados en comprar los centros de trabajo. Al menos dos de esos cuatro interesados ya desembarcaron en las instalaciones y en las próximas semanas -ésta y la siguiente- lo harán el resto, según fuentes sindicales.

Precisamente las visitas de esas personas que los empleados no identificaban fue lo que despertó las sospechas de los sindicatos en las últimas semanas.