El Harmony of the Seas ha sido hasta la fecha el mayor puzle naval de la historia. Más de 10.000 empleados del propio astillero de STX en Saint Nazaire y de cientos de empresas auxiliares de distintos países han trabajado de forma coordinada para que el crucero de la naviera Royal Caribbean Cruises, de 362,15 metros de eslora, pueda navegar con el título temporal de mayor crucero del mundo. Y Galicia, sobre todo Vigo, ha puesto su particular granito de arena. Media docena de empresas de las rías de Vigo y Pontevedra han participado como subcontratistas en la obra, aportando directamente mano de obra (Mind, JJ Naval, etc.) en Francia o suministrando bloques y bienes de equipo, como ha sido el caso de Wärtsilä Ibérica o Nodosa.

La filial de la multinacional finlandesa ha suministrado los thruster tunnels del Harmony, los túneles de las hélices que van a continuación del bulbo, como avanzó este periódico, y también para el próximo crucero de la serie Oasis y que superará al entregado esta semana en eslora. La planta de Fragosiño es proveedor de STX desde 2009. En el caso del astillero de Marín, Nodosa construyó y entregó una de las chimeneas de popa del megacrucero, una pieza de 60 toneladas de peso y cuyo traslado en mercante desde Marín a Saint Nazaire en septiembre de 2015 aún se recuerda. Nodosa también se adjudicó el contrato de una segunda chimenea para el próximo Oasis.

Otras empresas viguesas que han participado en el proyecto son Mind Industrial (liderada por antiguos trabajadores y directivos de la extinta Islas Industries) y J.J. Naval, la primera especializada en refrigeración industrial, tubería y calderería, y la segunda, también en calderería. Fuentes del sector apuntan que durante la construcción del crucero en Saint Nazaire hubo una pequeña colonia de gallegos en el astillero francés, no solo de industrias auxiliares de la comunidad, sino también de otras regiones españolas como Asturias y País Vasco, y de países como Holanda, Reino Unido, Alemania o Francia.

La participación de la industria auxiliar gallega en este tipo de buques demuestra la calidad y la internacionalización de las empresas, que llegan a países como Corea del Sur, Brasil, México, Holanda, Noruega e incluso China, a donde exportan bienes de equipo (maquinillas), grandes piezas (toberas, tunes de hélice) y materiales de habilitación naval (paneles, techos, puertas), entre otros productos, y hasta donde se desplazan equipos de trabajadores y técnicos para realizar instalaciones (en la mayoría de casos, a través de proyectos llave en mano).

Una ciudad flotante

El barco, de 362 metros de eslora por 66 de ancho y 72 de altura, tiene capacidad para 6.360 pasajeros y 2.100 tripulantes, y fue entregado esta semana a la Royal Caribbean Cruises Ltd. El Harmony of the Seas comenzó a construirse el 23 de septiembre de 2013, y, según Richard Fain, director general de la naviera, "no solo es el barco más grande del mundo, sino que también es el más caro jamás construido": casi 1.500 millones de dólares, unos mil millones de euros. El crucero es una ciudad flotante con 66.000 metros cuadrados de zonas gastronómicas y de entretenimiento, casino, un gran teatro de 1.400 asientos o la Royal Promenade, una calle interior llena de restaurantes y tiendas. Este coloso de los mares, gemelo de otros dos buques, el Oasis of the Seas -el que dio nombre a la clase Oasis- y del Allure of the Seas, hará escala en Vigo el próximo miércoles 1 de junio.