El empresario vigués José García Costas (1944) fue elegido este lunes presidente de la primera cámara fusionada de España, la de Pontevedra, Vigo y Vilagarcía de Arousa. Reconoce que ha sido un proceso complejo por las reticencias a la unión, defiende el papel de las cámaras en beneficio de las empresas y la economía y le preocupa la situación del pequeño comercio, al que ve "desamparado".
-¿Qué ha sido lo más difícil en el proceso de fusión pionero?
-Vencer las reticencias de los comités, tanto de Pontevedra como de Vilagarcía. Fue una labor difícil. La gente creía que Vigo quería absorber, y Vigo no iba en ese plan, sino en el de sumar y ayudar a la consolidación de un proyecto común como es el de las cámaras de comercio.
-¿Por eso se retrasó la constitución de los órganos de gobierno?
-Hubo algún problemilla con un miembro del pleno de Pontevedra que, bueno, nos torpedeó un poco el tema. Pero el fondo de la cuestión eran las reticencias a integrarse las tres cámaras.
-¿En algún momento creyó que se podía presentar otro candidato?
-Siempre hay que estar preparado por si alguien, en su pleno derecho de pertenecer al pleno, cree que puede asumir el reto y ser útil en ese puesto. Nunca descarto nada. La vida me ha enseñado que las cosas hay que hacerlas bien y trabajarlas, y aun así, siempre puede haber inconvenientes. En el fondo, la respuesta tendría que ser no.
-Anunció que habrá secretario general y adjunto. Ahora hay tres, entiendo que uno se queda fuera.
-Efectivamente hay que elegir secretario; y habrá un secretario adjunto. Ya veremos si hay algo más, pero en principio, no.
-¿Pero se elegirían entre los actuales secretarios?
-Es lo lógico y lo que seguramente yo proponga al comité y se vaya a hacer.
-¿La actual cámara tendrá capacidad para mantener las tres sedes y los centros antena?
-Hay que tomar decisiones, primero comerciales. Y luego la plantilla habrá que adecuarla a las necesidades de la cámara. Ojalá sean suficientes para que la plantilla se quede corta, pero eso tendremos que trabajarlo. Las cámaras están en una situación absolutamente distinta a la de hace unos años, antes de la supresión de las cuotas obligatorias, y ahora mismo hay que trabajar mucho. Estimo que la cámara es perfectamente viable y seremos capaces de defenderla con la sede en Vigo, una oficina operativa en Pontevedra, otra en Vilagarcía y las antenas que hoy tenemos en funcionamiento.
-La cámara cuenta con 36 empleados, ¿se podrán mantener?
-Espero que la plantilla sea insuficiente a las necesidades que demande la fusión de las tres cámaras.
-¿Hay hueco en la provincia para dos cámaras de comercio?
-Hace mucho tiempo, cuando no se pensaba en nada de esto, dije que la provincia de Pontevedra no tenía capacidad económica para cuatro cámaras. Me cayeron sopapos desde todos los lados. ¿Qué es lo que yo considero que es mejor, y es mi opinión? Que la provincia de Pontevedra debería tener una única cámara. La de Tui cree que debe navegar de forma independiente. No seré yo quien diga lo contrario. Argumentan que por estar en la frontera con Portugal tienen su sitio. Les deseo lo mejor. Tendrán siempre la puerta abierta para una posible integración.
-¿Existe algún contacto en ese sentido?
-Ahora mismo no. Lo hubo en su momento cuando empezamos con la integración. Hablé con el presidente de Tui y le conté lo que íbamos a hacer, por si era de su interés sumarse al proyecto. Y me dio una serie de explicaciones, todas razonables; están en su perfecto derecho a hacer lo que crean oportuno.
-¿Tendría sentido en un futuro unificar de alguna forma cámaras de comercio y confederaciones de empresarios? Algunos servicios que prestan son similares.
-En cuanto a comercio internacional, no, y en cuanto a algunos otros, tampoco. Lo que sí tiene sentido y vamos a ponerlo en marcha con la mayor celeridad posible -ya lo hemos hablado- es que la CEP y la cámara que ahora nace nueva lleguen a acuerdos para que en algunos servicios no se solapen y se preste el mejor posible, siempre en beneficio de los empresarios.
-En su discurso llamó a la unión de los empresarios "porque es momento de sumar, no de restar". Pero "unión" en las organizaciones empresariales gallegas no hay mucha.
-Mis palabras iban dirigidas precisamente a eso. Lo que hemos hecho aquí, con unas elecciones como habréis podido observar absolutamente limpias y trabajadas, sin una sola voz discordante, creo que debe ser un ejemplo a seguir dentro del respeto y la pluralidad que cada uno pueda esgrimir.
-¿Le preocupa algún sector por encima de otro?
-Existe una incertidumbre en el comercio. El pequeño comercio está bastante desamparado, aunque existen asociaciones de comerciantes; creo que aglutinar todo eso sería bueno para el propio comercio y para la economía de la zona. Hay bastante que trabajar. Pondremos en marcha la comisión de comercio, revitalizaremos lo que ya había antes y le daremos el máximo de contenido.
-¿Perciben realmente las empresas la incertidumbre política nacional?
-El momento económico que parecía que iba a mejor, con la incertidumbre política ha sufrido una ralentización. Hay decisiones que un gobierno en funciones no puede tomar. Los parámetros económicos se resienten, se paralizan las inversiones? Cuanto antes se salga de la incertidumbre y exista un gobierno lo más sólido posible y con expectativas de futuro, mejor. Para las inversiones, las empresas y la economía.
