España continúa al frente las grandes economías de la zona euro, con una expansión prevista del 2,6% para este año y del 2,3% para el próximo, pero verá "suavizarse" la tendencia alcista de los últimos semestres, según adelantó el Fondo Monetario Internacional (FMI). "El crecimiento en España se proyecta que se suavice, aunque se mantenga por encima de la media de la zona euro", afirma el FMI. Se trata de la primera vez desde 2013 que el Fondo que dirige la gala Christine Lagarde enfría las previsiones para la economía española.

Estas cifras están incluidas en su informe de "Perspectivas Económicas Globales", divulgado ayer al inicio de la reunión de primavera del organismo y el Banco Mundial (BM). Los datos suponen una rebaja de una décima respecto a lo anticipado en enero pasado para este año y dejan sin cambios las proyecciones para 2017.

Sin embargo, implican un cambio de tendencia en las previsiones del Fondo para la economía española, después de varios semestres consecutivos de revisiones al alza. El pronóstico de la institución es inferior a las previsiones del Gobierno español, que situó el crecimiento estimado para 2016 en el 3%.

Asimismo, el Fondo anticipa que la tasa de desempleo continuará su paulatino descenso en España hasta bajar del 20% este año, con una tasa estimada del 19,7% al finalizar 2016 y del 18,3% al cierre de 2017.

La inflación, por su parte, seguirá en terreno negativo en 2016, con un -0,4%; y no se prevé que repunte hasta 2017, cuando se elevará hasta un 1%.

España se mantendrá como la economía de la zona euro que más crece de las cuatro mayores, por encima del 1,5% de Alemania y del 1,1% de Francia (en ambos casos dos décimas menos que en enero), y del 1% de Italia (tres décimas menos que tres meses atrás).

En Portugal se espera que la actividad se desacelere hasta el 1,4 % este año y el 1,3 % el próximo, mientras que en Grecia, tras una contracción del 2,6% en 2016, se prevé que vuelva a terreno positivo con un crecimiento del 2,7% en 2017.

La economía de la eurozona crecerá un 1,5% este año y un 1,6% en 2017, dos y una décima menos, respectivamente, de lo augurado tres meses atrás."La modesta recuperación de la economía del euro seguirá en 2016 y 2017, con la debilitada demanda externa compensada por los efectos favorables de los bajos precios de la energía, una leve expansión fiscal y condiciones financieras acomodaticias", indica el documento.