La reestructuración del sistema bancario español provocó numerosas fusiones y recortes en las entidades financieras, entre ellas la integración de Caja España y Caja Duero, que dio lugar a Banco Ceiss, posteriormente absorbido por Unicaja. En el proceso, Banco Ceiss aplicó un ERE en toda España que afectó a más de 1.000 trabajadores y ahora, con flecos aún por cerrar de ese expediente, prepara nuevos ajustes laborales. Precisamente, 73 exempleados de Banco Ceiss -43 de ellos gallegos- están inmersos en una batalla judicial para exigir su readmisión por la entidad absorbida por Unicaja.

Los 73 afectados -de Galicia, Asturias, Comunidad Valenciana y Aragón- se acogieron a las bajas incentivadas ofertadas por el banco tras el anuncio de que las oficinas en las que trabajaban iban a cerrar. Sin embargo, muchas de ellas siguen abiertas, por lo que los demandantes exigen su readmisión inmediata "en el mismo puesto y en las mismas condiciones de trabajo".

Este grupo de exbancarios presentó dos demandas en los juzgados de Madrid -una incluye a 56 afectados y la otra a 17- para reclamar su readmisión por vicios del consentimiento "en el momento de adherirse voluntariamente a las bajas indemnizadas por cierre de todas las oficinas en la zona no core, por la existencia de dolo, intimidación, coacción, abuso de derecho y engaño". Algo que niega el banco.