El comité de empresa del centro de escapes de Faurecia en O Caramuxo (Vigo) ya no se cree las promesas de carga de trabajo de la multinacional francesa y ha decidido convocar huelga indefinida a partir del próximo martes (de dos horas por turno) para denunciar la situación en la que ha quedado la factoría tras la pérdida de los escapes del proyecto K9 a favor de la compañía alemana Eberspächer, como avanzó FARO en exclusiva. Fuentes del comité denunciaron ayer que la dirección ya comunicó que las instalaciones de Vigo dejarán de fabricar componentes de los sistemas de escape y se limitarán a su ensamblaje, y que parte de sus procesos han sido asumidos por la megaplanta de Faurecia en Bragança (Portugal), en la que se acaban de invertir 40 millones de euros y que prevé crear 400 empleos.

El centro vigués perdió el lote completo de los escapes del K9 (la próxima generación de vehículos comerciales ligeros de PSA Peugeot Citroën y Opel) el pasado noviembre, lo que supuso un duro golpe en la línea de flotación del negocio de la planta de O Caramuxo, por el volumen de trabajo que generará el proyecto (y su duración, aproximadamente una década), que al final recayó en el grupo Eberspächer, que ya fabricaba escapes para algunos modelos de gasolina de PSA, y que tiene previsto construir una planta en el norte de Portugal, en Monção.

No obstante, en una reunión con responsables de la dirección industrial de Faurecia en Europa celebrada el pasado enero en Vigo, la compañía francesa se comprometió mantener la actividad y a la mayor parte de la plantilla de O Caramuxo, compuesta por unas 180 personas. En ese encuentro participaron el director industrial de Faurecia para el Sur de Europa, el de proyectos para PSA y el de recursos humanos para el Sur de Europa y España, quienes aseguraron que ya había comprometidos otros proyectos y que desde el grupo se seguiría trabajando para consolidar Vigo como centro multimarca, reduciendo así su dependencia de la actividad de Balaídos, hoy su principal cliente.

No obstante, y después de cuatro reuniones más con la empresa, el comité considera que no hay garantías suficientes para la planta ni para mantener el actual cuadro de personal en los próximos años, por lo que ha decidido convocar huelga indefinida a partir del próximo martes (de dos horas por turno, de 12.00 a 14.00, de 14.00 a 16.00 y de 22.00 a 24.00), con las consecuencias que esto puede tener para la actividad de PSA-Vigo. Fuentes del comité aseguraron también que la dirección les comunicó que el centro vigués pasará de ser una planta productora a ensambladora, por lo que los componentes que ahora se fabrican en Vigo se realizarán en otras plantas del grupo, la mayoría en la factoría lusa de Bragança, a la que ya se le están asignando "procesos" que ahora se hacen en O Caramuxo.

El comité ha denunciado igualmente el "incumplimiento" por parte de la compañía francesa del acuerdo de competitividad de 2013, con "importantes esfuerzos económicos y de derechos laborales para los trabajadores, ya que el compromiso de no producir en O Caramuxo las piezas de los vehículos de PSA-Vigo no se cumplió, siendo asignada a Bragança la producción de una parte de las líneas de escape que debían fabricarse en Vigo".