España perderá en cuatro décadas casi el 20% de población activa -en edad de trabajar- y aumentará en otro 25% la que ya se ha retirado de la vida laboral. Habrá medio millón menos de habitantes y ocho de cada diez mayores vivirán más de 80 años. Los cotizantes no superarán los 19 millones, que deberán sufragar las pagas de jubilación de más de 14,1 millones de personas. Es el dibujo a futuro trazado en el estudio The 2015 Ageing Report, editado por la Comisión Europea, que muestra un escenario de una tercera edad pobre para el año 2060. Si no hay una reforma del sistema público de calado o, en su defecto, si la población no contrata planes privados de ahorro, cuando se retiren no cobrarán ni la mitad de su último salario. En Galicia los ingresos serán, como mucho, de unos 680 euros al mes si se extrapolan los salarios actuales.
En la actualidad las nóminas de las pensiones se abonan íntegramente con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y los jubilados perciben en torno al 82,1% de su última nómina, según el informe Pensions at a Glance de la OCDE. Lo que hace la Comisión Europea en su estudio es calcular qué porcentaje del salario podrá satisfacer la Seguridad Social en el momento de la jubilación, y para el caso español será el 49,7%. En países como Suecia, Suiza, Holanda o Dinamarca es obligatorio que cada trabajador cuente con un fondo complementario privado, ya sea individual o de empresa, para evitar que el Estado cargue con todo el gasto. Por eso el hecho de que en 2060 las pensiones públicas en Holanda solo garanticen el 27,4% del último salario no es preocupante, porque allí es obligatorio que el privado aporte un 40% adicional.
Y, además, el salario medio bruto en Holanda fue en 2014 de 48.856 euros, por los 17.729 euros de los trabajadores gallegos. Aunque cualquier estimación peca de osadía, si se extrapolasen los datos actuales a las pensiones previstas para el futuro según la Comisión Europea, el panorama sería dramático. Según la Agencia Tributaria el salario medio de un trabajador gallego de entre 36 y 45 años ronda los 1.547 euros. Si llegase con el mismo sueldo a la fecha de jubilación (los 67 años, según la última reforma de pensiones) y se detraen los impuestos, la paga mensual de jubilación sería de 583,6 euros al mes. Solo como ejemplo, la nómina de un recién jubilado del régimen general en Galicia es fue de 1.167,39 euros en 2015. Con 756 euros de media, la comunidad tiene las segundas pagas más bajas de España.
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En caso de que las nóminas para los empleados de esta franja de edad mejorasen hasta equipararse hasta las que perciben hoy las personas de entre 56 y 65 años, la pensión pública rozaría los 715 euros. Para un cotizante que cobre 1.800 brutos al mes -el salario más habitual entre los veteranos, entre 46 y 55 años-, la paga mensual de jubilación se quedaría en torno a los 680 euros al mes. Y es que España, de acuerdo al informe oficial de Bruselas, será el país de la Unión Europea donde los futuro jubilados van a perder mayor poder adquisitivo si no hay una reforma que complemente la nutrición de la caja de la Seguridad Social o se establezca un sistema mixto de capitalización. Habrá dinero público en el futuro para las pensiones, pero representará 35,2 puntos menos que las pagas que hoy en día. El siguiente país donde más caerá la aportación pública a las pensiones será Portugal, con una caída de 26,7 puntos.
Edad de jubilación
El estudio The 2015 Ageing Report ofrece una radiografía completa de cómo será España a nivel demográfico y socioeconómico dentro de 44 años. Para empezar, la esperanza de vida de los hombres pasará de los 79,5 a los 85,5 años, mientras que las mujeres vivirán de media hasta los 90 años (por los 85,2 de la actualidad). Esto ofrece una segunda lectura. Teniendo en cuenta la esperanza de vida y la edad prevista de jubilación (67), los españoles nos pasaremos 24,6 años cobrando del sistema público de pensiones, algo más de nuestra vida. A día de hoy la Seguridad Social abona pagas por unos 20 años, pero la población mayor de 65 años representa un 18% del total. En 2060 serán el 30%.
A cierre de enero la cifra total de pensionistas era de 9.353.988 personas, que se elevará hasta los 14,1 millones dentro de 44 años. Esto es, los ciudadanos pasivos -sin contar con los que puedan ser beneficiarios de alguna prestación por desempleo o no contributiva- se dispararán un 50%, mientras que los cotizantes apenas se elevarán en un 11,1% (hasta los 19 millones) en el caso de que, como calcula Bruselas, la tasa de paro esté en ese momento en un casi olvidado 7%. Como colofón final el estudio sentencia lo siguiente: en 2060 habrá 1,33 trabajadores por pensionista (sin contar los parados), mientras que en 2013 todavía rozaba la casi saludable cifra de 2 afiliados por dependiente.
