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La sostenibilidad del sistema de pensiones

Cada trabajador gallego tiene que sostener ya la nómina de un pensionista o un parado

La ratio entre cotizantes y perceptores de una prestación pública mejora con la subida del empleo, pero está en el 1,08 -Solo Asturias tiene un desequilibrio más grave que Galicia

Anciano en un autobús.

La tasa de cobertura de la Seguridad Social se obtiene con la división entre los cotizantes y los perceptores de una pensión: de jubilación, viudedad, incapacidad permanente, orfandad y favor familiar. A cierre de 2015 -último día del ejercicio- en Galicia había 934.032 trabajadores dados de alta en el sistema, cuyos impuestos se destinan al pago de las pensiones actuales (el empleado no trabaja para su futura paga, contrariamente a lo que se piensa), mientras que el número de pensionistas era de 750.727. ¿El resultado? Que en la comunidad cotizan 1,24 personas por cada perceptor de esta nómina mensual. El problema es que también deben cubrir los ingresos de las 112.624 personas que cobran una prestación por desempleo. En definitiva, existen en Galicia 934.032 cotizantes y 863.351 personas pasivas, lo que arroja una tasa de cobertura real del 1,08. Es la segunda más baja de España, solo por detrás de la de Asturias.

A efectos prácticos, esta situación implica que cada gallego dado de alta en la Seguridad Social sostiene ya a día de hoy una pensión y una prestación por desempleo, sin posibilidad de generar superávit en el sistema y comprometiendo severamente la salud de las pensiones del futuro. El escenario se complica más teniendo en cuenta que la llamada hucha de las pensiones ha perdido un 70% de sus fondos en solo cuatro años porque el Gobierno de Mariano Rajoy tuvo que echar mano de ella para abonar varias veces las pagas extra de los mayores. A cierre de 2011 el cepillo tenía 66.815 millones de euros; ahora quedan 34.221. La información oficial hace referencia habitualmente a la tasa de cobertura -sin contar las prestaciones-, que en el conjunto de España es de 1,82 cotizantes por pensionista. El umbral saludable para un sistema público es de un mínimo de dos.

Aunque Galicia está aquejada de un severo desequilibrio, lo cierto es que la situación fue ligeramente peor en 2012, 2013 y 2014 debido a la destrucción de empleo y al incremento constante de pensionistas (cada ejercicio se incorporan al sistema entre 3.000 y 7.000 jubilados en la comunidad, según los datos del Ministerio de Empleo). En 2012 la cifra de cotizantes era de 918.564, por los 732.717 perceptores de una pensión. La tasa de cobertura oficial era de 1,25, pero la real caía hasta el 1,03. ¿El motivo? Que 158.640 gallegos tenía derecho a una prestación por desempleo. El paro de larga duración ha hecho que cada vez menos personas puedan cobrar esta paga, con lo que el sistema se resiente menos.

Por ejemplo, en diciembre de 2012 el 64% de las personas desempleadas cobraba una prestación contributiva tras haber perdido su puesto de trabajo, pero ese porcentaje está en la actualidad por debajo del 50%. Ese recorte para unos no sirve, eso sí, para paliar la decrépita situación de salud de la Seguridad Social. ¿Por qué en 2015 la tasa real de cobertura está mejor que la del ejercicio precedente? Es solo matemática.

Galicia terminó 2014 con 915.656 cotizantes, mientras que el año pasado logró sumar 18.376. El número de pensionistas, por su parte, creció en 4.696. Pero la mayor contribución al equilibrio -no logrado- del sistema público no fue ni la creación de empleo ni un menor número de altas de jubilación, sino la caída abrupta de parados con derecho a una prestación. Cayó en 22.159 personas, por encima de las altas registradas, con lo que una parte de estos ciudadanos no son una carga para la Seguridad Social porque ya no tienen derecho oficial a serlo. Para que el panorama mejore de cara al futuro, además de abrir el debate político sobre la reforma del sistema de financiación de las pensiones en España, Galicia necesita crear más empleo y no perder población activa para que el crecimiento vegetativo (diferencia entre nacimientos y defunciones) no sea negativo.

En 2007, antes de la crisis, la tasa de cobertura oficial era de 1,5 cotizantes por pensionista, ya por debajo del umbral recomendado. La tasa global, incluyendo a los parados con prestación, caía hasta el 1,37, según la estadística cruzada por FARO con información de Empleo y la Seguridad Social.

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