CaixaBank alcanzó en 2015 un beneficio neto de 814 millones de euros, un 31,4 % más que el año anterior, tras la incorporación del negocio minorista de Barclays Bank en España, la mejora de la actividad bancaria y las menores dotaciones para insolvencias.La entidad logró reducir asimismo su tasa de morosidad hasta el 7,9 %, frente al 8,7 % de cierre de 2014. Sin tener en cuenta el sector promotor, la mora habría sido del 6,2%, que suma un saldo de dudosos de 17.100 millones.

La nueva producción de crédito aumentó un 27% en relación a 2014: el hipotecario creció un 57%, el de consumo un 48% y el de empresas un 23%, con lo que la entidad presidida por Isidro Fainé se erige como una de las que más han abierto el grifo del crédito en un ejercicio de transición para la banca española. Los recursos totales de clientes se sitúan en los 296.599 millones, con un aumento de 24.841 millones (un 9,1% más).