El Consello de la Xunta aprobará la fusión de las Cámaras de Comercio de Pontevedra, Vilagarcía de Arousa y Vigo antes de que finalice este mismo año. Así lo confirmaron ayer fuentes de la Consellería de Industria, una vez que se dan por superadas las complicaciones jurídicas que habían sido denunciadas por varios empresarios de la demarcación de Pontevedra y que mantenían a esta Cámara, por el momento, fuera del acuerdo de fusión que ya se había ratificado para las de Vigo y Arousa.
Así, fuentes de la Xunta explicaron que este mismo viernes está prevista la publicación en el Diario Oficial de Galicia (DOG) la orden por la que se inicia el procedimiento para la integración de la Cámara de Pontevedra en la resultante de la fusión de las cámaras de Vigo y Vilagarcía que ya estaba en aprobada desde el verano. Después de este trámite, está previsto que la Consellería de Economía, Emprego e Industria traslade al Consello de la Xunta la propuesta de creación de la nueva Cámara, algo que ocurrirá, insisten, antes de que finalice el año.
Cabe recordar que la Xunta ya había autorizado en agosto la integración en la nueva Cámara de las entidades de Vilagarcía y Vigo. En Pontevedra surgieron problemas al existir diferentes interpretaciones jurídicas sobre la existencia o no de quórum en la celebración del pleno cameral que aprobó el acuerdo de fusión. Al menos un empresario cuestionó ante la Xunta la validez del acuerdo adoptado en aquel pleno extraordinario celebrado el 24 de abril. La fusión se ratificó por parte de una abrumadora mayoría de los vocales presentes en aquel pleno (un total de 12, frente a 2 abstenciones) del total de quince plazas de la Corporación cameral que estaban cubiertas en aquel momento, por lo que la Cámara sí entendía que había quórum suficiente. Este empresario lo ponía en duda, al entender que el cálculo se debería realizar no sobre quince, sino sobre el conjunto de los 29 vocales que componen el pleno cameral cuyos puestos se encontraban en aquel entonces vacíos por una serie de dimisiones y renuncias que se habían producido. De esa forma, el número de votantes habría sido insuficiente.
Tal y como ya adelantó FARO en septiembre, ante estas distintas interpretaciones jurídicas sobre la existencia o no de quórum, tras autorizar la fusión de Vilagarcía y Vigo, en el caso de Pontevedra se optó por continuar la tramitación por un procedimiento diferente, también contemplado en la normativa, pero que requería la ratificación por parte del Consello Galego de Cámaras, que se pronunció de forma positiva.
Aquel acuerdo del Consello Galego de Cámaras desbloqueaba la fusión, pero la tramitación del proceso ha tardado más de la cuenta, no solo por estos problemas jurídicos que se planteaban con respecto a Pontevedra, sino también por las complicaciones surgidas por ser la primera vez que se lleva a cabo en Galicia un proceso de fusión de este tipo. Ahora habrá que esperar a ver cuál es la postura que toman los empresarios de Pontevedra que, cuando menos, sembraron ciertas dudas sobre todo este proceso de fusión. Sí siguen cuestionando la validez del acuerdo ante otras instancias o dan por buenas las explicaciones de la Xunta.
Cámara provincial
Las tres Cámaras hicieron pública su intención de fusionarse en una única entidad que abarcaría la práctica totalidad de la provincia, tan solo quedaría fuera la de Tui, y con el compromiso "de respetar, e incluso incrementar, su presencia territorial, mantener las actuales plantillas, así como los puntos de atención a las empresas".
