La riqueza financiera neta de las familias españolas alcanzó los 1.259.853 millones en el segundo trimestre de 2015, lo que supone un incremento del 6,7% respecto al mismo periodo del año anterior y un aumento del 0,2% frente al trimestre precedente, con lo que vuelve a colocarse en máximos históricos, según el Banco de España. De esta forma, la riqueza de los hogares crece de nuevo en tasa trimestral después de que en el último trimestre del pasado año se redujera ligeramente respecto al trimestre precedente, el primer descenso desde finales de 2012.

No obstante, el avance de la riqueza de los hogares se ha ralentizado ligeramente, puesto que el crecimiento interanual alcanzó el 14,4% en el primer trimestre, mientras que el crecimiento intertrimestral se situó en el 7,6%.

La riqueza de los hogares se mantiene así por encima de los niveles previos a la crisis, ya que en el primer semestre de 2007, justo antes del comienzo de la recesión económica, rozaba el billón de euros. Las familias se están desendeudando y han aprovechado los años de crisis para reducir su deuda y elevar su riqueza.

De hecho, la deuda de los hogares descendió en los primeros compases del año y al cierre del segundo trimestre se situó en 803.676 millones de euros, lo que supone un 3,3% menos que en el mismo periodo del año anterior.

Por su parte, los activos financieros de las familias, antes de descontar la deuda que poseen, volvieron a repuntar por segundo trimestre consecutivo hasta los 2.063.530 millones, un 2,5% más que un año antes.

De la riqueza total en manos de la familias, la gran parte de sus ahorros se encuentra en efectivo y depósitos, hasta los 849.766 millones de euros, pero han caído un 1,7% respecto a hace un año.