El grupo PSA Peugeot Citroën iniciará en 2016 una ofensiva comercial que se extenderá durante tres o cuatro años y que incluirá numerosos lanzamientos industriales y la entrada de sus tres marcas en nuevos mercados. Lo reveló ayer el presidente del consorcio francés, Carlos Tavares, que mostró su confianza en que se comiencen a recoger los frutos de los esfuerzos acometidos estos últimos años con el plan Back in the Race.

"A partir de 2016, recogeremos los frutos de todo lo que hemos hecho en los últimos años en términos de inversión y abordaremos (...) una firme ofensiva de nuevos productos que durará tres o cuatro años", explicó Tavares en la previa del Salón del Automóvil de Frankfurt. Tavares aludió directamente a los mercados emergentes como una de sus prioridades estratégicas para la ofensiva comercial, en los que tendrán un especial protagonismo los países africanos e Irán.

Dentro de esa ofensiva comercial que durará tres o cuatro años se enmarca el lanzamiento en Vigo de la próxima generación de furgonetas de las marcas Citroën, Peugeot y Opel (proyecto K9), de las que se esperan unas ventas anuales superiores a las 200.000 unidades a partir de 2018.

El grupo cerró agosto con un volumen mundial de ventas de 159.000 unidades, lo que supone una disminución del 1,6% en comparación con los datos del mismo mes de 2014. En los ocho primeros meses de 2015, la multinacional logró unas entregas mundiales de 1,9 millones de unidades, un 1% menos si se compara con el mismo período del ejercicio anterior.