El Gobierno británico ha vendido un 5,4% de su participación en el seminacionalizado Royal Bank of Scotland (RBS) por unos 3.000 millones de euros. Estas acciones, que se pusieron a la venta con un precio de 330 peniques (469 centavos de euro), han sido adquiridas por inversores institucionales como Citigroup, Goldman Sachs, Morgan Stanley y UBS. Debido a su precio, el Estado ha perdido unos 1.420 millones de euros. La venta de estos 630 millones de acciones reduce la participación estatal en el banco de un 78,3 a un 72,9%.