Pescanova tiene todo en su mano para evitar la liquidación de las sociedades que le aportan el 80% del negocio: sus filiales españolas. La banca internacional y los grupos bancarios herederos de las antiguas cajas fueron determinantes para la aprobación ayer de las propuestas de convenio de las subsidiarias Pescanova Alimentación, Frigodis, Frivipesca, Fricatamar y Bajamar Séptima. Las "intensas negociaciones" de los últimos días no solo han garantizado la continuidad de estas cinco empresas, sino que despejan casi al completo la incertidumbre que todavía acecha a la porriñesa Frinova. Su futuro se vota esta mañana en Pontevedra junto con el de Pescafresca, Pescafina Bacalao, Insuiña y Novapesca Trading. Las propuestas aprobadas fueron las presentadas por el núcleo duro de la banca acreedora, el G7, ya que las formuladas por el consejo de administración no lograron el respaldo de un solo acreedor.

La filial que encaraba mayores problemas era Bajamar Séptima, con sede en Arteixo, toda vez que el G7 solo sumaba el 31,6% de los créditos ordinarios, de 461,8 millones de euros. La quita era la segunda más grande de las planteadas para todas las subsidiarias, del 95,9%. Como avanzó FARO en exclusiva, el respaldo de Morgan Stanley era fundamental porque el banco norteamericano sumaba 84,7 millones de créditos ordinarios, el 19% del total. Y el representante legal de esta entidad, presente en la sala, votó a favor. También apoyaron la propuesta del G7 entidades como Banco Ceiss, Unicaja, el Instituto de Crédito Oficial (ICO), Liberbank, Caja3, Bancantabria, Ibercaja, Banco Castilla-La Mancha y Anfaco. El resultado final fue el siguiente: el 80,91% de los acreedores aceptaron cobrar entre todos menos de 19 millones en hasta quince años. El G7 (Sabadell, Popular, Abanca, Bankia, CaixaBank, BBVA y UBI Banca) recuperará unos seis millones; el resto se repartirá 12,86.

Validez general

La tónica se repitió durante toda la mañana -las juntas comenzaron a las diez y finalizaron pasadas las 13:00 horas- y las sesiones, entre portátiles, móviles y abogados encorbatados, fueron más ágiles de lo previsto. La primera propuesta de convenio en votarse fue la de Pescanova Alimentación, filial puramente administrativa pero que acumuló un pasivo concursal ordinario de 651 millones tras avalar sucesivas operaciones de la matriz. Necesitaba la adhesión de más de 325 millones de deuda, y lo logró con creces. Con el apoyo del G7 (que tenía el 55% del pasivo), las antiguas cajas y las entidades extranjeras aprobó la propuesta con un 95,45%. De inicio Morgan Stanley (que solo tenía el 2,8% de toda la deuda ordinaria en esta filial) respaldó el plan del consejo, pero luego cambió su voto.

Entre el G7 y el resto de acreedores recuperarán 139,314 millones. Esta deuda, al igual que la del resto de filiales que han ido a concurso, será asumida por Nueva Pescanova SL una vez se consume la transformación definitiva del grupo pesquero el próximo mes de noviembre. En total, y una vez aplicadas las quitas, los acreedores de estas cinco sociedades rescatarán 216 millones de los 1556 que reclamaban. Las pérdidas medias serán de casi el 86,12%, un sacrificio indispensable para evitar el colapso de la sociedad matriz, como recordó ayer Santiago Hurtado, uno de los responsables de Deloitte en Pescanova y encargado de presidir las juntas de acreedores.

En el caso de Frigodis la propuesta del G7 obtuvo el voto favorable del 94,37% de los acreedores, frente al 5,57% que se manifestó en contra. Frivipesca Chapela, la subsidiaria con mayor plantilla -casi 300 personas- aprobó su propuesta de convenio con algo menos de respaldo, del 89,31%, tras encarar la cita con un pasivo concursal ordinario de 255 millones de euros. No había ninguna duda acerca del futuro de esta filial, ubicada frente a la sede principal del grupo pesquero: el G7 tenía ya el 70% de la deuda. Fricatamar (Valencia), por último, aprobó su convenio con el voto a favor del 85,39% de los acreedores. Potter, el vehículo que aparentemente representa las posiciones del fondo de inversión Eton Park, fue la única entidad privada que se posicionó en contra de todas las propuestas presentadas.

El responsable del Mercantil 1 de Pontevedra, donde se celebraron las vistas, agradeció el trabajo de Deloitte -como administrador concursal- y Pescanova por "agilizar el trabajo" al tener preparada toda la documentación y hacer que la mañana fuera más llevadera.