2014 no fue un buen año para las empresas gallegas que cotizan en Bolsa. Al menos para las grandes. Tras la suspensión de cotización de Pescanova en 2013, y la debacle de las acciones de la constructora pontevedresa San José y de la textil ourensana Adolfo Domínguez las empresas gallegas que cotizan en la Bolsa de Madrid cerraron el pasado año en rojo. Las pérdidas suman 21,6 millones de euros. Sólo Zeltia, que se revalorizó un 13%, acabó con un balance positivo y un incremento de su capitalización bursátil de 76 millones hasta rozar los 600. Inditex, que mantuvo una imparable tendencia alcista en los trece años que lleva en el parqué, corrigió su tendencia bajista de la primera mitad del año pero no del todo, y acabó por cerrar con una pérdida de valor del 0,08%.

El resultado es casi idéntico, aunque en positivo, en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) donde cotizan cuatro pymes gallegas. El balance del ejercicio de la llamada Bolsa alternativa para Galicia deja un beneficio de 23,1 millones, en buena parte por la aportación de Altia, la empresa que dirige el presidente del Deportivo, Constantino Fernández Pico, que se ha revalorizado 33 millones, un 115%, en Bolsa durante el pasado año.

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La formidable progresión de las acciones de Inditex, que parecía imparable, permitió durante los últimos años aupar el balance bursátil gallego a cifras astronómicas, independientemente del buen o mal ejercicio de las otras grandes firmas. Pero ese efecto se desinfló durante los primeros meses de 2014 y aunque la segunda mitad del año -tras un split o desdoblamiento de los títulos, de cinco por cada uno antiguo- permitió compensar las pérdidas de valor en los títulos de la textil, el gigante de Arteixo cerró el ejercicio con una capitalización bursátil 62 millones más baja que al inicio de 2014.

Esa pérdida es anecdótica para la multinacional fundada por Amancio Ortega, cuyo valor en Bolsa asciende a nada más y nada menos que 73.864 millones de euros. Más que suficiente para mantener a Ortega -con el 59% de los títulos- como el hombre más rico de España. Pero la discreta evolución de las acciones, que cerraron el ejercicio un 0,08% más baratas que al inicio de 2014 -tan sólo dos céntimos menos-, desveló la debilidad financiera y bursátil de otras dos grandes empresas gallegas; el grupo San José y Adolfo Domínguez, que se dejaron un 30% y un 14,2% de su valor en Bolsa durante 2014.

Las acciones de la otra textil gallega en Bolsa, Adolfo Domínguez, cerraron el año a 4,92 euros -tras haber alcanzado los 50 euros en 2006-, lo que provocó que su capitalización bursátil bajase 7,6 millones, hasta los 45,6. La firma ourensana, que parece haber logrado contener sus números rojos tras tres años embarcada en una dura dieta de ajuste, perdía casi un 10% de su valor en la primera mitad del año y el segundo semestre profundizó en su caída.

Peor aún le fue al grupo de construcción presidido por Jacinto Rey. Sus acciones se depreciaron por debajo del euro y en el convulso cierre del año acabaron en tan sólo 82 céntimos.