La receta del centro de Vigo de PSA Peugeot Citroën para abaratar sus costes laborales afecta directamente al bolsillo del trabajador. La dirección de recursos humanos de la factoría sorprendió ayer a sindicatos y empleados al presentar una propuesta "de ruptura" que, entre otras medidas, incluye un recorte del salario bruto anual del 5%, su congelación hasta 2019 y la reducción de las pagas "extras" a la mitad con el objetivo de que la planta alcance los niveles de rentabilidad exigidos por el grupo para recibir el lanzamiento de la próxima generación de vehículos comerciales ligeros (furgonetas), el proyecto K9.

Las centrales que participan en la negociación (SIT-FSI, UGT, CC OO y CIG; la CUT no acudió al entender que deber ser el nuevo comité el que afronte la discusión, y éste no se constituye hasta el próximo 3 de noviembre) rechazaron de plano la propuesta por "excesiva" y exigieron "alternativas" que no castiguen la economía familiar del personal. Según sus cálculos, los ajustes anunciados supondrían una merma en los ingresos de un 15% anual, que para un salario bruto de 25.000 euros al año se traduciría en una pérdida de unos 3.750 euros.

Al contrario que en negociaciones anteriores, en las que PSA-Vigo apostó por la creación de nuevas categorías laborales más baratas vinculadas a los nuevos lanzamientos y por la flexibilidad laboral para abaratar sus costes, la empresa ha puesto sobre la mesa un recorte salarial que afecta a todos los trabajadores del centro (con la excepción del colectivo de cuadros técnicos, unas 200 personas, que lleva tres años con el salario congelado).

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Además de las medidas expuestas antes, la dirección de recursos humanos propuso reducir un 33% la prima de objetivos (pasando de 1,5 puntos a 1), bajar la antigüedad un 10% y congelarla de forma perpetua (no se generarán nuevos trienios), eliminar el complemento de Presencia y reducir un 50% los de Fijo de Noche, Nocturnidad, Cabina de Lacas y Fin de Semana, y restringir las licencias a lo establecido en el Estatuto de Trabajadores.

"Excesiva", "innecesaria", "barbaridad" o "animalada" fueron algunos de los adjetivos que las secciones sindicales atribuyeron al plan de reducción de costes. "Podíamos imaginar que la dirección sería ambiciosa en sus planteamientos, pero la demanda social en la apertura de la negociación ha ido más allá de lo que vemos necesario", reconocieron ayer desde el sindicato mayoritario, el SIT-FSI. "Es infumable", señalaron desde MCA-UGT, que rechaza la propuesta y critica que el centro haya suspendido la jubilación parcial, mecanismo que precisamente permite renovar la plantilla facilitando la salida a los trabajadores más veteranos (y por tanto, con un mayor coste laboral) y permitiendo su relevo por empleados jóvenes. "Es una animalada, no tiene razón de ser, ni siquiera se garantiza el K9", protestaron por su parte desde CC OO. "Quieren desmantelar la estructura salarial del centro a costa del proyecto. No vamos a permitirlo", advirtieron.

Empresa y sindicatos volverán a reunirse el jueves, cuando expondrán sus posturas y contraofertas. El plazo dado por PSA para mejorar la rentabilidad de la factoría y optar al K9 es de un mes, y además de mejoras en coste laboral también se exigieron en inversiones, logística y proveedores (outsourcing).