La naviera portuguesa Atlânticoline, que cubre los trayectos entre las islas del archipiélago de Azores, ha suspendido el concurso público convocado el pasado mes de febrero para la construcción de dos ferris de 115 metros de eslora, en el que participaban los astilleros españoles Hijos de J. Barreras y Armón y la firma noruega Fiskerstrand Verft AS, según informó la propia compañía. Atlânticoline, propiedad del Gobierno insular, tomó esta decisión después de que el jurado del concurso determinase que las tres propuestas recibidas no cumplían con todos los requisitos planteados en la licitación. La factoría viguesa partía como favorita al haber entregado la oferta económica más ajustada, con un presupuesto de 81,2 millones de euros para dos buques de 115 metros de eslora con una capacidad mínima para 650 pasajeros y 150 vehículos. La naviera lusa repetirá el proceso de licitación dentro de un mes.

La suspensión del concurso era previsible tras los retrasos en la fase de análisis de las propuestas y la fuerte polémica política desatada en el archipiélago luso por las críticas de la oposición azoriana al gasto de 85 millones de euros -que es el presupuesto consignado para este proyecto- en un momento de crisis como el actual (ver edición del pasado 24 de julio). Según informó Atlânticoline, el jurado que analizó las diferentes ofertas presentadas por los dos barcos concluyó que ninguna cumplía con todos los requisitos de la licitación. "Ante esta recomendación y teniendo en cuenta lo que significa un proceso de estas características para la Región Autónoma de Azores, el consejo de administración de Atlânticoline no puede tomar otra decisión que no sea la exclusión de los ofertantes y dar por cerrado el concurso", explicó la empresa.

Barreras había presentado la oferta más económica de las tres recibidas, con un presupuesto de 81,2 millones de euros, seguida por la de Armón (85 millones) y a mucha distancia de la noruega (109 millones, 54,9 por buque). Los pliegos del concurso establecen que ambos ferris tienen que ser gemelos, con capacidad mínima para 650 personas y 150 vehículos y una velocidad máxima de 25 nudos, 20 camarotes y espacios para instalar tanques de gas licuado de petróleo (GLP). Barreras es especialista en grandes ferris (barcos que combinan el transporte de pasajeros y vehículos), y tras la entrada de Petróleos Mexicanos en su accionariado el de Atlânticoline es el segundo concurso para construir este tipo de buques al que se presenta y que ha trascendido. La firma también era finalista en la licitación de un megaferri con capacidad para 2.000 pasajeros y 700 vehículos para la argelina Algérie Ferries (que sería el de mayor manga construido en Beiramar), con una oferta de 122,6 millones de euros y un plazo de ejecución de 26 meses. Pero este concurso, como adelantó FARO, también se ha retrasado sine die por complicaciones contractuales.