El presidente y accionista de control de Martinsa Fadesa, Fernando Martín, reclamó ayer facilidades para que las empresas inmobiliarias puedan reducir sus deudas en función de la devaluación que está registrando el valor de sus activos inmobiliarios desde que estalló la crisis. "Es necesario adaptar el valor del pasivo al valor de los activos inmobiliarios", reclamó Martín ante la junta general de accionistas de la compañía.

La firma, nacida de la fusión de la madrileña Martinsa y la coruñesa Fadesa, está inmersa actualmente en la negociación con los bancos de una deuda de 3.900 millones de euros, después de que en diciembre no pudiera atender el pago anual a sus acreedores -de tan solo 39 millones de euros- establecido en el convenio con el que en marzo de 2011 superó el mayor concurso de la historia. "La compañía continúa haciendo un enorme esfuerzo para mantener su actividad, defendiéndose en un entorno complicado", apuntó Martín a este respecto ante la asamblea de socios.

El presidente de Martinsa, sin embargo, entiende que el sector inmobiliario "no puede esperar más a que se corrija la situación" de "desfase" que, considera, existe entre el valor de sus activos y sus pasivos. "Durante estos últimos años difíciles hemos sufrido una constante depreciación del valor de los activos inmobiliarios, mientras que el valor de los pasivos se mantuvo prácticamente inalterado, produciendo un desfase entre activos y deuda casi insalvable, con el consecuente deterioro del balance de las empresas inmobiliarias", aseguró el máximo accionista de la compañía.

Por ello, Fernando Martín considera necesario "adaptar el valor del pasivo al de los activos inmobiliarios", pero no apuntó la forma de realizar estas rebajas o quitas de deuda.

Sobre el día a día de Martinsa, su presidente aseguró que mantiene la política de ajuste de costes adoptada en 2008, cuando se declaró en concurso de acreedores. Según apuntó, los costes de la empresa descendieron un 85% desde entonces y los honorarios de su consejo de administración un 63%.