El naval gallego muestra síntomas de recuperación. Por primera vez en más de dos años, la construcción naval de la comunidad aumentó su peso en el conjunto del sector a nivel nacional en el primer trimestre del año, impulsada por la entrada en vigor del contrato del astillero vigués Hijos de J. Barreras con PMI Norteamérica, filial de Petróleos Mexicanos (Pemex), para la construcción de un flotel de última generación. Este flotel (en inglés, accommodation floatel, embarcación que presta servicios de acomodación al personal de las plataformas petrolíferas) fue uno de los siete buques firmados entre enero y marzo, y el más importante en volumen con 22,5 CGT (toneladas brutas compensadas), casi tres veces más que los seis restantes juntos, según la Gerencia del Sector Naval. Este barco, sumado al resto de la cartera de pedidos de los astilleros vigueses, aumentó el peso de la comunidad hasta el 27% del total (frente al 19% que tenía al cierre de 2013), hasta casi empatar con Asturias, que tiene el 31%. El País Vasco mantiene su liderazgo (42%).

Galicia perdió el primer puesto regional en construcción naval en el segundo trimestre de 2012, tras la suspensión del antiguo sistema de bonificaciones fiscales que utilizaban los astilleros para contratar buques de alto contenido tecnológico (el viejo tax lease), lo que prácticamente paralizó la actividad del sector en toda España. Los astilleros de la comunidad fueron poco a poco cediendo terreno ante las atarazanas asturianas y vascas, que lograron contratar buques exentos de tax lease (sobre todo pesqueros para la flota atunera mexicana), segmento al que las firmas gallegas tardaron en regresar. Esa tendencia continuó hasta finales del año pasado, cuando Galicia llegó a representar el 19% del total nacional, muy lejos del 60% que llegó a ostentar en los años anteriores a la crisis económica, cuando todos los astilleros de las rías de Vigo y Pontevedra tenían las gradas llenas.

Fue el contrato del flotel de PMI Norteamérica el que insufló puntos al naval gallego. Los datos de Gernaval (organismo oficial que depende del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio) del primer trimestre no se incluyen el flotel asignado a Navantia-Ferrol ni las adjudicaciones que ya tenían Construcciones Navales P. Freire (un buque escuela para Indonesia y un oceanográfico para Kuwait), estas últimas al no haber entrado en vigor en esas fechas. Los datos del segundo trimestre reflejarán el nuevo remolcador contratado por Armón Vigo para un armador nacional, el atunero de Hijos de J. Barreras para la pesquera mexicana Procesa y el buque arrastrero congelador de Construcciones Navales P. Freire para Noruega firmado la semana pasada. De los siete buques contratados en el conjunto del Estado en el primer trimestre, cuatro son pesqueros (los de Astilleros Armón y Murueta), por lo que continúa la tendencia iniciada hace dos años: desde principios de 2012 se contrataron 32 buques pesqueros en los astilleros españoles, frente a los 5 del periodo 2006-2011, como avanzó FARO el pasado domingo.

Fuentes del sector confían en que a lo largo de los próximos meses se puedan concretar nuevos encargos a la factorías gallegas, que aún no se han podido aprovechar el nuevo régimen de financiación de activos aprobado por Bruselas, el nuevo tax lease, al contrario que astilleros de Asturias y País Vasco.