El presidente de México, Enrique Peña Nieto, subrayó que su país es un destino "fiable" para las inversiones extranjeras, con previsión de fuertes gastos en los próximos años en energía, sanidad o comunicaciones, y destacó que las reformas estructurales que se llevan a cabo quieren favorecer el desarrollo económico del país. El líder mexicano, en su primera visita oficial como presidente a España, se esforzó en incidir que su país es un buen aliado económico apenas unos días después de que se consolidara la ruptura entre dos empresas emblemáticas de ambos Estados: Pemex y Repsol. Ni rastro de reproches por parte de Peña Nieto a la petrolera española, y el mandatario dejó claro que el conflicto entre Repsol y la estatal mexicana se ciñe a un desacuerdo empresarial que no tendrá repercusiones en las relaciones bilaterales con España.

Durante un seminario sobre inversión en México organizado por el Grupo Prisa, Peña Nieto explicó los cambios que se aplican en su país desde que accedió a la Presidencia, en diciembre de 2012, facilitados por el llamado Pacto por México, firmado por varios partidos un año más tarde para consensuar el proceso de transformaciones. De todas esas reformas, dijo que las más "emblemática" es la de la energía, que establece las condiciones para que el Estado mantenga la propiedad de los hidrocarburos presentes en su subsuelo, pero con nuevos mecanismos para la localización y la explotación por el sector privado de posibles yacimientos.

Enrique Peña Nieto, que recibió las llaves de oro de Madrid a manos de su alcaldesa, Ana Botella, y que después fue recibido en Zarzuela por el Rey Juan Carlos I, recordó qué México tiene acuerdos de libre comercio que alcanzan a 45 países del mundo y 1.140 millones de consumidores, y destacó que el programa de inversiones previsto hasta 2018 asciende a unos 440.000 millones de euros. El presidente hizo hincapié en que existe "certidumbre jurídica" para las inversiones y aseguró que la criminalidad, aunque sigue siendo un problema, registra cada vez tasas más bajas.

Desde Galicia, y en relación a los acuerdos de Pemex con el naval gallego, el conselleiro de Economía e Industria confió en que la visita oficial del mandatario azteca consolide la apuesta mexicana por los astilleros de Galicia. Pemex posee ya el 51% de las acciones de Hijos de J. Barreras, y una de sus filiales adjudicó -en un concurso público internacional- la construcción de dos buques hotel (floteles) a Barreras y a Navantia.