Más de la mitad de la factura española de la electricidad se debe a costes de política pública, según un informe presentado ayer en Madrid y elaborado por el economista David Robinson, del Oxford Institute for Energy Studies. Robinson indica que, por cada 100 euros en el recibo de la luz para consumidores domésticos, cerca de 51 euros provienen de impuestos, gravámenes y otros conceptos introducidos por los gobiernos para financiar las políticas públicas, caso de las primas que reciben las energías renovables. Es una proporción que en Europa sólo supera Dinamarca.

Esta circunstancia es la que convierte a España en uno de los países de la UE que mayores cargas soporta por los distintos conceptos incluidos en los recibos que pagan los pequeños consumidores.