El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener de nuevo los tipos de interés del euro en el mínimo histórico del 0,25%, en una reunión que será clave para medir la determinación de la institución en incrementar los estímulos si los datos macro siguen sin acompañar.

Además, en las últimas semanas varios miembros del BCE han dejado entrever que hay margen de maniobra para nuevas medidas, y especialmente relevantes han sido las palabras del presidente del Bundesbank, Jens Wiedmann, quien no ha descartado la posibilidad de un programa de compra de deuda.

De esta manera, toda la atención vuelve a centrarse en la rueda de prensa que ofrecerá el presidente del BCE, Mario Draghi, que no anunciará previsiblemente nuevas medidas, pero en la que es poco probable que mantenga un discurso tan poco comprometido con la baja inflación como el que pronunció hace un mes.

"Para evitar lo anterior, Mario Draghi debe dar a entender que el actual escenario de baja va a provocar alguna actuación por parte del BCE esta primavera", apuntó el estratega de mercado de IG, Daniel Pingarrón.

Según los últimos datos publicados por Eurostat, la tasa de inflación interanual de la zona euro se ha situado en marzo en el 0,5%, dos décimas por debajo del nivel registrado en febrero y una décima menos de lo previsto, registrando así su lectura más débil desde noviembre de 2009.

Por su parte, el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro experimentó en el cuarto trimestre de 2013 una expansión del 0,2% respecto a los tres meses anteriores, cuando había registrado una expansión del 0,1%, según la tercera estimación del dato por parte de Eurostat, que revisó este miércoles una décima a la baja su anterior lectura sobre la actividad económica en la región.

La tasa de desempleo en la zona euro se mantuvo estable el pasado mes de febrero en el 11,9%, donde permanece estable desde octubre de 2013 tras las últimas revisiones del dato realizadas por Eurostat, lo que supone una décima menos que el paro registrado en febrero de 2013.

Draghi resalta la unanimidad de la entidad

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, dijo que la entidad es "unánime en usar también medidas no convencionales" para evitar el riesgo de un periodo "demasiado prolongado" de baja inflación.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, Draghi añadió que cuanto más prolongado sea este periodo, mayor es el riesgo de que las expectativas de inflación a largo plazo no estén ancladas con la definición de estabilidad de precios, que es una tasa cercana pero siempre por debajo del 2 %.

Estas medidas no convencionales incluyen estímulos monetarios mediante la compra de deuda, similares a los que han acometido otros bancos centrales como la Reserva Federal estadounidense (Fed), el Banco de Japón (BoJ) y el Banco de Inglaterra.

Pero Draghi consideró que existen diferencias en el efecto que estos estímulos monetarios pueden tener en las diferentes regiones porque, por ejemplo, si la Fed compra activos o deuda se produce un efecto directo en el crédito a través del mercado de capital, pero en la zona del euro el efecto se produce a través de los bancos.

"No excluimos una política monetaria más expansiva y reiteramos firmemente que continuamos esperando que la tasa de interés rectora se mantenga en el nivel actual y más bajo por un periodo de tiempo prolongado", apostilló el presidente del BCE.

Draghi explicó que la tasa de inflación se situó en el 2,7 % en el primer trimestre de 2012 y que la diferencia de 2,2 puntos porcentuales con el nivel actual se debe en un 70 % a que los precios de la energía y de los alimentos son más bajos.

"Es necesario que se reduzca más la fragmentación de los mercados de crédito" de la zona del euro y que se fortalezca la resistencia de los bancos, según Draghi en la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno.