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El futuro del automóvil pasa por O Porriño. El centro tecnológico del CTAG, en el que trabajan 130 técnicos, ha dado luz verde esta mañana a la creación de su división de vehículos inteligentes. A la puesta de largo han acudido el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo y el delegado del Gobierno, Samuel Juárez.

El departamento de Electrónica e ITS (Sistemas Inteligentes de Transporte, en sus siglas en inglés) colabora en proyectos impensables hace algunos años como el ARTRAC ARTRAC (Advanced Radar Tracking and Classification for Enhanced Road Safety), liderado por el primer fabricante de coches europeo, Volkswagen AG, y que consiste en el en el desarrollo de un dispositivo capaz de detectar a peatones y ciclistas en la calzada, avisar al conductor de su presencia (para que modifique la dirección del vehículo o detenga su marcha) y frenar de forma automática en caso de que el usuario al volante se despiste.

El primer proyecto de coche conectado (connected car) en España se desarrolló precisamente en el CTAG, impulsado por Telefónica y Ericsson. Esta iniciativa perseguía que el conductor pudiese desde los mandos del vehículo controlar las tecnologías del hogar, curiosamente el mismo avance que presentó PSA Peugeot Citroën en el CES de Las Vegas este año en colaboración con la francesa Technicolor (la antigua Thompson) y la italiana Magneti Marelli.

Experiencia

El CTAG también tiene una honda experiencia en el desarrollo de sistemas inteligentes de recarga para vehículos eléctricos, colaborando con empresas como la viguesa BlueMobilityBlueMobility, y ha participado en el desarrollo de coches de propulsión eléctrica en alianza con centros tecnológicos de Portugal. Y junto con PSA Peugeot Citroën y la multinacional alemana de componentes Bosch, el CTAG participa en el proyecto OpEneR, que busca aumentar un 30% la autonomía de los vehículos eléctricos e híbridos enchufables (plug-in) del grupo francés, y al que aporta su experiencia en tecnologías cooperativas de vehículos con su "corredor inteligente".

Nuevas empresas

El esfuerzo innovador del CTAG y de algunas empresas contrasta, sin embargo, con la práctica ausencia de fabricantes de componentes de base tecnológica en Galicia, lo que ha llevado al Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga) a trabajar para atraer a este tipo de proveedores. Una oportunidad frustrada en este sentido fue la instalación de una planta de baterías de ion-litio para vehículos eléctricos del consorcio nipón Mitsubishi-GS Yuasa en la plataforma logística de Salvaterra-As Neves, un proyecto llamado a revolucionar el sector y que cayó en el olvido tras la catástrofe natural que asoló Japón en 2011.