El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, valora la marca de la compañía en "más de 600 millones de euros", si bien no especifica cómo ha calculado la cifra teniendo en cuenta que este activo no está valorado en los libros contables. "En 1994, Unilever pagaba por ella 32.000 millones de pesetas, pero estamos hablando de un mercado totalmente distinto. Yo no vendería la marca Pescanova por 500 o 600 millones de euros", aseveró Sousa en una entrevista concedida al diario económico Cinco Días.

"Una marca se construye en 60 o 70 años, nosotros lo hemos llevado todo a gasto?", incidió. En los últimos días ha utilizado la marca como un activo más -no lo había hecho hasta ahora- para reducir el desfase de deuda. De este modo, a los 1.120 millones en activos fijos del grupo, se sumarían estos "más de 600", haciendo que la deuda de "2.314 millones" de la matriz parezca más asumible, a ojos de los bancos consultados por FARO.

Sousa hace esta referencia a la marca Pescanova después de haber intentado compartirla con el gigante norteamericano de la alimentación Heinz. Se trató de una operación que se hizo a espaldas del consejo y se abortó cuando este diario publicó que en el registro de marcas de la Unión Europea (OAMI) aparecían dos titulares de la marca: la propia Pescanova SA y Yoshida's, filial de Heinz.

Asimismo, y pese a que el volumen de activos (a cierre de 2011) de la compañía ascendía a 2.276 millones, el presidente de la firma asegura que "Pescanova vale más de 4.000 millones de euros. ¿Eso es suficiente para soportar cualquier pasivo? Sí", sentenció. La deuda de la empresa asciende, por ahora, a 3.400 millones.