-¿Cabe esperar algún cambio en la posición alemana después de las elecciones, aun en el caso de que las gane Angela Merkel?

-Hay que entender a Merkel. Alemania, como España, es una democracia y hay competencia entre partidos. Ella quiere hacer una política que sea buena para su país, porque a ella la eligen los alemanes, no los demás europeos. En Alemania ganan las elecciones los votos de los ahorradores y los vinculados a las pequeñas y medianas empresas. Esos dos sectores no quieren oír hablar de rescates de otros países ni de transferencia de dinero, ni de una inflación superior. En estos momentos es imposible que los políticos alemanes tomen ninguna decisión que, por ejemplo, les haga perder el voto de los ahorradores.

-Los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) están en mínimos (0,50%) y la banca ha recibido multimillonarios apoyos públicos para recapitalizarse, pero la financiación sigue muy restringida para las pymes. ¿Cómo desatascar el crédito?

-El BCE puede hacer ya poco más. Seguirá dando liquidez a la banca y comprando bonos si es necesario. Tiene en sus manos la política monetaria y la capacidad de ayudar al sistema financiero, pero es muy importante que los gobiernos excedentarios también empiecen a hacer otro tipo de política, más expansivas.

-¿Será necesaria una nueva ronda de ayudas a la banca?

-Si la economía no mejora, los bancos van a estar bajo mucha presión, pero no sólo en España, sino en toda la Europa del sur.