Los técnicos de la auditora BDO, que analizó las cuentas de Pescanova desde 2002, ya no están en las instalaciones de la compañía en Chapela. Fuentes del entorno de la auditora explicaron a FARO que los expertos se "retiraron" ya que estaban aislados de cualquier trabajo a desarrollar en la empresa, aún teniendo en cuenta que BDO pidió seguir auditando las cuentas para determinar el desfase contable que duplica la deuda reconocida por el grupo pesquero. Pescanova, cuando solicitó el concurso de acreedores, pidió asimismo la revocación de BDO al juez, extremo sobre el que el magistrado no tomó ninguna decisión.

La compañía, según pudo saber este diario, continúa elaborando un escrito para entregar en el juzgado en el que defenderán su labor de auditoría en Pescanova toda vez que, según su versión, la compañía le ocultó información de sociedades filiales no consolidadas y que han acabado por trepanar la confianza en la compañía que preside Manuel Fernández de Sousa. "La revocación la aprobó un consejo en el que ahora ya faltan dos personas", explicaron fuentes del sector en referencia a la dimisión de Antonio Basagoiti y Jesús García.

"Si revocan a BDO, ¿a quién contratan?", añaden las mismas fuentes. Y es que Ernst&Young ya fue su auditora, Deloitte es el administrador concursal y KPMG está llevando a cabo la auditoría forense de la pesquera. "Tiene que ser una compañía con relevancia internacional". De ahí que fuentes del sector apunten a que la Justicia no dará validez a la petición del antiguo consejo de prescindir de BDO.

Demanda

Por otra parte, el sindicato de funcionarios Manos Limpias entregó ayer una ampliación de la denuncia contra Sousa para solicitar al juez que retire el pasaporte al hijo del fundador de Pescanova. "Existe un riesgo de fuga dadas sus características y sus múltiples negocios en el extranjero", dice el auto del sindicato, de apenas una hoja de extensión.