El uso secreto de aviones no tripulados -más conocidos como drones (zánganos, en inglés)- en conflictos bélicos ha puesto al Gobierno de Estados Unidos contra las cuerdas. Un tribunal federal de apelaciones decidió el pasado viernes que el Ejecutivo de Barack Obama carece de justificación para mantener en secreto los ataques con aviones sin tripulación y le exigió dar detallada respuesta a la demanda presentada en solicitud de información, según una información recogida ayer por El País.

Organizaciones de derechos humanos y miembros del Congreso han intensificado en las últimas semanas las peticiones de información al gobierno sobre las operaciones que realizan estos drones, sobre todo después de que saliese a la luz la existencia de una base de aviones no tripulados en Arabia Saudí, mantenida en secreto por razones de seguridad nacional. Un estudio del instituto New American Foundation revela que durante el mandato de Obama han muerto por ataques de drones en Pakistán entre 1.507 y 2.438 personas.