El secretario general de UGT-Vigo, Antonio Juste, ha demandado a la Comisión Ejecutiva Confederal del sindicato en Madrid (al frente de la cual está Cándido Méndez) por vulneración de sus derechos fundamentales. La demanda, registrada el pasado viernes, se presentó después de que UGT suspendiese cautelarmente de militancia a Juste por sus críticas a la gestión presupuestaria de la Ejecutiva Gallega. El sindicalista vigués, acusado de dañar gravemente la imagen de la organización, compareció ayer en Santiago ante un responsable de la Comisión de Garantías Confederal, al que negó haber difundido a los medios de comunicación una carta privada en la que vertía reproches al reparto desigual de los presupuestos de UGT en esta comunidad. Juste continúa suspendido de forma cautelar de militancia.

Al "acto de conciliación" de ayer acudió, además del propio Juste, el secretario general de UGT-Galicia, José Antonio Gómez, como parte de la acusación. UGT-Galicia había solicitado a la Comisión Ejecutiva Confederal del sindicato la suspensión de Juste por la difusión en los medios de un escrito en el que denunciaba el reparto de los fondos de la central, relatando que mientras a la unión comarcal de Vigo "se le niega el pan y la sal" la mayoría de los trabajadores de UGT-Galicia cobran "más allá de lo que marca su convenio". Juste negó en todo momento la autoría de esta filtración.

Según confirmó el propio Juste a FARO, el mediador de UGT "pretendía" que el sindicalista vigués "aceptara el pliego de cargos" y su culpabilidad en los hechos denunciados. "No he reconocido ningún cargo; no hubo avenencia, se gastaron demasiado dinero en venir desde Madrid a Santiago cuando podría haber dicho lo mismo por teléfono", indicó. Juste anunció que ante la previsión de que la dirección del sindicato mantuviese su suspensión cautelar de militancia -como así ha sido-, su abogado presentó ya el pasado viernes una demanda contra la Comisión Ejecutiva Confederal por "vulneración de los derechos fundamentales". "Entendemos que mi organización no ha preservado mis derechos fundamentales, no hubo presunción de inocencia y la medida ha sido desproporcionada", resumió.

Respaldo

La resolución del conflicto entre Antonio Juste y la cúpula del sindicato queda ahora en manos de la justicia. El sindicalista vigués se siente arropado por los 14.000 afiliados de la unión comarcal, y asegura que se pretende "silenciarlo". "Soy una persona incómoda porque digo cosas que pueden calar en la militancia, en la sociedad", afirmó ayer. Juste señaló que hay una petición "avalada por el 70%" de los militantes vigueses de UGT para que el sindicato levante su suspensión. "Es un ataque a toda la comarca", apuntó.

En el escrito publicado el pasado mes de enero, Antonio Juste aseguraba que los recortes presupuestarios habían impedido a la unión comarcal viguesa abonar los recibos de telefonía de diciembre y del servicio de limpieza de la propia sede de UGT, "que tuvimos que afrontar con recursos ajenos al sindicato". "Un escándalo de proporciones incalculables", calificaba en la carta. El líder de UGT-Vigo criticaba que mientras estos sucedía en Vigo y en otras comarcas, algunos trabajadores de la organización en Santiago cobraban sueldos de hasta 49.000 euros.