Se habían aclarado algo las cosas en Pescanova con la designación del macroauditor que se iba a encargar de renegociar su deuda con la banca -Houlihan Lockey-, pero dos pisotones en aguas ya turbias y en forma de comunicados publicados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) volvieron a enfangar su proceso preconcursal. La noticia más trascendente se conoció a cierre de mercado, pasadas las siete y media de la tarde y una vez las acciones de la multinacional pesquera se habían hundido un 17,47%. El regulador financiero comunicó la apertura de una investigación "para determinar la existencia de posibles indicios de comportamientos de abuso de mercado" por parte de la empresa, sus administradores o terceras personas. Un órdago que se sumó a otro comunicado, esta vez hecho público a primera hora de la mañana, que desconcertó a la banca. Pescanova anunció la suspensión de su contrato con Houlihan solo cinco días después de encomendarle la reestructuración de su deuda.

La investigación de la CNMV, según los reglamentos que rigen esta institución, se centrará en determinar si hubo "manipulación" contable "o uso de información privilegiada" para la compraventa de títulos, que acumulan una caída del 47,45% desde el 1 de enero. Además, el regulador exige a la multinacional con sede en Chapela que remita "a la mayor brevedad" las cuentas del segundo semestre de 2012. Por ahora solo se conocen los resultados hasta el mes de octubre, que arrojan una deuda de 1.522 millones auditados y un estado de flujos de efectivo negativo (la empresa no genera lo suficiente para pagar inversiones o los intereses).

¿Qué quiere la CNMV? "La empresa tenía hasta el 28 de febrero para remitir las cuentas y tienen la obligación de informar al mercado", explicaron fuentes oficiales. Las mismas explicaron a FARO que ya habían requerido a Pescanova que abandonara su hermetismo. "Sí, le hemos pedido más información". Ahora lo ha puesto por escrito y con amenaza de apercibimiento. La CNMV quiere saber cuál es la situación patrimonial de la pesquera, sus "niveles de endeudamiento", así como "el importe de las deudas vencidas y no pagadas". Un ejercicio de sinceridad contable que Pescanova no pudo ejercer en tiempo y forma al no poder aprobar sus cuentas anuales ni hacer frente al vencimiento de 15 millones de euros de un crédito sindicado.

Ordenar la deuda

¿Por qué se suspendió el contrato con el afamado banco norteamericano Houlihan Lockey? Fuentes conocedoras de la situación explicaron que la entidad requirió a Pescanova una "aprobación formal de su contrato" por parte del consejo -que no avaló su designación como renegociador-, así como "compromisos de pago y un adelanto de su minuta". De ahí que la multinacional, a las 07:40 horas de la mañana, informara al mercado de que "la contratación está temporalmente suspendida" mientras el consejo no ratifique ni su fichaje ni las cuentas anuales de 2012.

A juicio de los propios acreedores, "ahora son varios los frentes abiertos". Además de las cuentas, que Demetrio Carceller (segundo accionista de Pescanova) y el fondo Luxempart no quisieron ratificar, están las salvedades que, presumiblemente, incorporará la auditora BDO a los números. "Y después está el liderazgo del presidente (por Manuel Fernández de Sousa), cuestionado por parte del consejo y de la banca acreedora", principalmente extranjera.

Con Banco Sabadell -que lideró la creación de un pool bancario para negociar con los norteamericanos- no se prevén problemas a la hora de reestructurar deuda, y ni Novagalicia (aún siendo del FROB) ni al Banco Popular (que absorbió al Pastor) le interesa bloquear la salida del preconcurso a un gigante como Pescanova. La complejidad de las deudas, repartidas entre numerosos bancos y filiales, es lo que va a complicar el visto bueno de las financieras foráneas. "A ellas les da igual", sostuvieron desde uno de los bancos acreedores.

La celebración del consejo será inminente, aunque no es necesaria para enviar a la CNMV los resultados del segundo semestre. Eso sí, desde el Grupo Damm (de la familia Carceller) insisten en pedir un consejo para "tomar decisiones estratégicas", señalaron a FARO desde la compañía catalana. "Necesitamos saber de dónde partimos", agregaron, en referencia a la situación económica de la multinacional. Frente al apremio que también imprime Carceller para celebrar un consejo, desde la empresa con sede en Chapela prima el silencio. "El canal de información es la CNMV", dijo a este diario uno de sus directivos.

Lo que está claro, y así lo reconocen algunas personas que conocen la situación, es que la suspensión del contrato con Houlihan genera "una sensación de impass importante" ya que "es fundamental reestructurar la situación financiera". Ahora queda "sentar las diferentes sensibilidades en la misma mesa" (por la reunión del consejo) y tomar una decisión que salve Pescanova y garantice su galleguidad.