Grupo Vieira está en concurso de acreedores, y su administración lleva más de medio año lidiando con las autoridades argentinas para salvar su filial de la expropiación. ¿Se imagina Eduardo Vieira su empresa sin la filial del país patagónico? "Imaginar..." El empresario duda la respuesta, pero es consciente de las dificultades que se avecinan. "De cara a las proyecciones de futuro, lo más conservador es imaginar la empresa sin Argentina, pero solo por una cuestión de prudencia", concreta.

Los activos de Vieira en la localidad santacruceña de Puerto Deseado tienen un valor de 13,8 millones de euros, según la administración concursal. Son sus propiedades de mayor valor, y ahora corre serio riesgo de perderlos. "Yo estoy convencido de recuperar activos", apunta. Y esta ha sido su estrategia desde que presentó el concurso voluntario de acreedores de Vieira Argentina con la intención de someter su administración frente a la justicia y blindar así la propiedad frente a cualquier enajenación de los bienes. También logró que un Juzgado Nacional le concediese la licencia de sus siete buques hasta junio, de modo que el Gobierno de Santa Cruz, aunque expropió su empresa, no puede usar la flota.

Eduardo Vieira se encomienda al "trabajo" y al "esfuerzo" para recuperar el músculo de un gigante pesquero ahogado ahora en deudas. "Con las filiales y buques de Senegal y Perú confiamos en que la empresa se recupere". Grupo Vieira será, dice, una compañía "más delgada, pero rentable".