Un acuerdo "agridulce". Jorge Carneiro Penedo, miembro del Comité Intercentros de Paradores Nacionales y secretario del comité de empresa del establecimiento de Baiona, analiza para FARO el acuerdo suscrito en la madrugada de ayer entre la dirección de la compañía pública y las centrales sindicales.

-¿Cómo valora el acuerdo?

-La valoración es compleja, agridulce. Estamos contentos y a la vez decepcionados porque no logramos evitar que hubiese despidos. Es el sabor amargo que nos queda. Pero también estamos satisfechos porque los despidos son muchos menos de los que planteaba la empresa al principio, no habrá cierres definitivos en Galicia, y los temporales tampoco serán perpetuos: se limitarán a los próximos tres años y durante menos tiempo, y no se perjudicará a los trabajadores, que iban a pasar todos a fijos discontinuos. Fue una pelea dura con la empresa.

-¿Se conoce el número de despidos que habrá en Galicia?

-No se concretó. En toda España son 350, con adscripciones voluntarias, con lo cual despidos forzosos serán menos. Hay ya unas 80 personas dispuestas a irse voluntariamente.

-Ferrol, Monforte y Tui perderán sus comedores, ¿no?

-Se trata de modificar el servicio de restaurante. Van a cerrar como tal y lo que se dará es un servicio de desayuno y cafetería más completo y moderno, con tapas. Pero lo que es el restaurante de siempre dejará de funcionar en estos centros. Aunque solo durante tres años. Entonces se verá cómo funciona el tema y si se puede recuperar.

-¿Galicia sale bien parada?

-Sí, porque era una de las comunidades más afectadas en el plan de viabilidad. Hemos conseguido que ni Ferrol ni Verín desaparezcan. Y con los cierres temporales igual: había 119 empleados que iban a pasar de fijos a fijos discontinuos, y eso también ha conseguido pararse.

-¿La pelea ha acabado?

-No lo creo. El peligro de que intenten privatizar la red de Paradores Nacionales sigue ahí. Se está hablando claramente de esto. Vamos a a continuar muy alerta para no tener que llegar a esa situación. La lucha seguirá.