La conselleira do Medio Rural e do Mar en funciones, Rosa Quintana, que representó ayer a las comunidades españolas en el Consejo de Ministros de Pesca celebrado en Luxemburgo, defendió que se dé "continuidad a medidas que permitan alcanzar niveles de flota acordes a los recursos disponibles". En este sentido, apoyando al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, Galicia concuerda con el Gobierno Central en la demanda de que el nuevo Fondo Europeo Marítimo Pesquero (FEMP) mantenga las ayudas destinadas a las paradas definitivas de actividad pesquera, orientadas al ajuste de la capacidad pesquera; y de las ayudas a la paralización temporal, destinadas al ajuste del esfuerzo pesquero. Esta vía, tal y como argumenta la propuesta gallega, es "eficaz para contribuir a la solución de la sobre capacidad pesquera donde exista".

Además, apuesta por ligar esta vía de regulación a la existencia de fondos para la mejora de las condiciones a bordo de buques y de su eficiencia energética a través de la sustitución de motores, siempre que no aumenten su capacidad pesquera. Para este tipo de ayudas, la Xunta demanda que no se limiten a una sola aportación por buque, ya que los avances tecnológicos pueden hacer recomendable su disposición de más de una.

Al cierre de esta edición, las negociaciones continuaban y los ministros de Pesca de la UE examinaban una segunda propuesta de compromiso que mantiene las ayudas al desguace en el futuro Fondo Europeo Marítimo y Pesquero (FEMP), según fuentes europeas, que explicaronn que el retraso en la reanudación de la discusión formal -tras más de doce horas de contactos bilaterales-- responde al objetivo de sumar un consenso antes de someter un texto definitivo a la sesión plenaria que desde el lunes se celebra en Luxemburgo.

Bruselas quiere dotar con 6.500 millones de euros este instrumento para el periodo 2014-2020 y está en juego que continúe con los apoyos al desguace, a la parada temporal y a la modernización, tal y como defienden España y Francia, o que desaparezcan, como pretendía la comisaria, Maria Damanaki, y los países más liberales, entre ellos Reino Unido y Suecia.

Tras una primera ronda de encuentros y en torno a mediodía, la presidencia de turno, que este semestre ocupa Chipre y que ejerce de mediadora en estas negociaciones, planteó sin éxito un nuevo texto a los países "más implicados o más complicados", entre los que estaba España, pero también Francia, Reino Unido, Alemania y Suecia, según fuentes europeas. La delegación británica habría presentado más problemas con esa nueva oferta.

Por otra parte, la UE y Marruecos negociarán un nuevo acuerdo pesquero el 8 y el 9 de noviembre próximo, según el portavoz comunitario de Pesca, Oliver Drewes. Aunque todavía es pronto para saber cuánto tiempo se tardará en contar con el nuevo convenio, la CE confía en que ocurra lo antes posible.

El ministro español lamentó, por otra parte, que no haya progresos en las negociaciones de otro convenio pesquero, entre la UE y Mauritania, que España reclama. "Sigo repitiéndole a la comisaria y al Parlamento Europeo que en las condiciones actuales este acuerdo no tiene utilidad. Los hechos están demostrando que no hay peticiones de licencias. Lo que estamos pidiendo a la CE es que lance los mensajes necesarios para reabrir las negociaciones", señaló el ministro.

El acuerdo de julio entre la CE y Mauritania restringe el acceso de la flota europea a ese país, como en el caso de los 24 buques cefalopoderos gallegos, excluidos del acuerdo. La mayor parte de los barcos españoles abandonaron el caladero.