La costera del bonito llega ya a su recta final y, de hecho, ya solo permanecen en la pesquería unos cuantos barcos de pequeño porte tras dar por concluida la campaña la totalidad de los de mayor tamaño. Y la costera se cierra con "cierta satisfacción" para el sector, según reconocía ayer a este diario Miguel Neira, el gerente de la Armadores de Burela, cuyo puerto es el de referencia para esta especie en todo el litoral gallego, en el que descargan, a demás de los propios buques locales (12), otros 40 de otros puertos, gallegos y cantábricos.

Neira precisaba que, al cierre de septiembre, se habían contabilizado 1.446.0000 kilos de capturas comercializadas, que respecto al año anterior se traduce en 486.000 kilos más, es decir, un 50% de incremento. Sin embargo Neira avisa de que "hay que analizar bien el dato porque el año pasado fue muy flojo en capturas y no se había llegado ni a las 1.000 toneladas". La flota arrancó la actual costera con la aspiración de alcanzar los 1,6 millones de kilos y aunque faltan todavía unos pocos días para el cierre de la campaña, la cifra final pobrablemente se acerque al objetivo inicial. El volumen de capturas es, para el sector, "satisfactorio y está en el promedio de los últimos años, aunque algo por debajo".

Con respecto al precio medio alcanzado por el producto en la lonja, este año se situó en 4,23 euros por kilo, lo que representa un 17% menos que el pasado año, aunque el sector señala la como explicación el mayor volumen de las capturas, al ser una evidencia que la mayor oferta de producto tira de los precios hacia abajo. Así es que para la flota, con la excepción de los altos precios del pasado año, los de éste están en el promedio de los últimos años.

Tales datos se traducen en una facturación de 6.122.000 euros en esta costera, 25% de incremento respecto a la de 2011, es decir, 1,2 millones más.

Así es que la campaña en el puerto de Burela "está en la media de la mayor parte de estos años, excepto 2005, 2006 y 2010, que fueron superiores", señaló Miguel Neira.