La presencia del expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, en el Congreso para comparecer ante la comisión que analiza la crisis financiera en España, ha creado más expectación dentro que fuera de la Cámara, con carreras de periodistas y fotógrafos en su busca, a los que ha eludido entrando por el garaje.

Rato había sido citado a las 12.00 horas en la Comisión de Economía, por lo que antes del mediodía los fotógrafos de prensa, los cámaras de televisión y los redactores se había distribuido por los numerosos accesos que tiene el Congreso para captar la imagen de su llegada o recabar alguna declaración suya, según los casos.

Los rumores se extendían por los pasillos sin que nadie supiera a ciencia cierta por dónde iba a llegar el también exvicepresidente del Gobierno a un Parlamento que continúa blindado por la Policía, con numerosos agentes y vallas en las calles que lo circundan.

Al final, fue por el garaje principal de la calle Zorrilla, en un coche azul cuyo chófer no se detuvo, como todos los que durante la mañana habían entrado en el edificio, en el control de seguridad que la Policía le dejó franco.

Sólo unos pocos periodistas vieron su llegada, ya al filo del mediodía; la mayoría estaban apostados en el acceso de la calle de Cedaceros, con la vista al fondo del cordón policial compuesto por numerosos policías antidisturbios, aunque sin que en la calle hubiera protestas o manifestaciones, como muchos esperaban.

Una vez dentro del edificio, Rato ha subido en ascensor hasta la planta donde está la Comisión de Economía, ha saludado a los diputados del PP Santiago Lanzuela, Teófilo de Luis e Ignacio Llorens y se ha adentrado en una sala próxima para aguardar a que acabara la anterior comparecencia.

Entonces le han podido ver, furtivamente, los informadores, que se han puesto especialmente nerviosos cuando por fin Rodrigo Rato ha salido del recinto, acompañado por el vicesecretario de Comunicación del PP, el diputado Esteban González Pons.

Pero no se ha dirigido hacia la sala de la comisión, en cuya entrada, tras un cordón de seguridad, estaba apostada una veintena larga de periodistas; iba al servicio, situado en otro pasillo.

Como los periodistas no lo sabían, ha habido carreras, empujones, gritos, y un tropel de reporteros que ha cruzado ruidosamente por el interior de la Sala Ernest Lluch, donde iba a celebrarse la comparecencia, pensando que Rato quería dar un rodeo para entrar por la segunda puerta del recinto.

No ha sido así, el expresidente de Bankia ha vuelto a la otra sala pequeña, los informadores a sus puestos y muy pocos minutos después han obtenido la ansiada imagen.

Con gesto extremadamente serio, Rato ha subido la rampa que da acceso a la comisión, flanqueado por el portavoz del grupo popular, Alfonso Alonso, por el diputado Teófilo de Luis y por Esteban González Pons; junto a ellos, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón.

Nada ha querido responder a las numerosas preguntas que le han llovido a diestro y siniestro, entre ellas un "¿Va a tirar de la manta?", y se ha limitado a explicar que le podrían escuchar ya dentro de la comisión.

Antes de sentarse y saludar a los miembros de la Mesa de la comisión, que preside la "popular" Elvira Rodríguez, todavía ha aguantado, estoicamente y sin perder la seriedad del semblante, una larga sesión de fotos a cargo de los numerosos reporteros situados frente a él.

Seguidamente, la presidenta le ha dado la palabra.