El nuevo ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, hizo ayer, en su primera comparecencia pública desde que tomó posesión del cargo, un pronóstico grave sobre el porvenir inmediato de la actividad y el empleo: adelantó que el producto interior bruto (PIB) ha decrecido en el último tramo de este año y que presumiblemente seguirá en terreno negativo durante los primeros meses de 2012. Tal situación supone que, técnicamente, la economía española volverá a entrar en recesión, aunque De Guindos evitó utilizar tal expresión.

"Los dos próximos trimestres, que nadie se engañe, no serán sencillos ni para el crecimiento ni para el empleo", comentó Luis de Guindos durante el acto de toma de posesión de quienes serán sus principales colaboradores en el Ministerio de Economía: el secretario de estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez-Latorre, y el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.

El ministro dio por hecho que el PIB ha retrocedido entre un 0,2 y un 0,3% en el cuarto trimestre de 2011 y auguró que el inicio de 2012 tendrá un perfil "relativamente desacelerado". En conversación con los periodistas fue luego más directo y reconoció que también espera tasas negativas en la actividad económica en el primer trimestre del nuevo año.

De confirmarse ese pronóstico, la economía española volvería a entrar en recesión, situación que técnicamente se produce cuando el PIB encadena dos trimestres consecutivos de decrecimiento. Sería el segundo período recesivo de la crisis. La primera recesión comenzó en España a finales de 2008 y duró hasta el primer trimestre de 2010.

Llegó tras una crisis financiera internacional que, aliñada en España con una "burbuja inmobiliaria" y con un fortísimo endeudamiento privado, condujo a una crisis de la economía real y a un aumento del desempleo sin parangón entre los países desarrollados.

La recaída que ya atisba el ministro De Guindos y que ya ha sido pronosticada por algunos observatorios económicos concuerda con las previsiones que varios organismos internacionales manejan para el conjunto de la zona euro. La OCDE (el club de los países desarrollados) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han estimado que la UE ya está en recesión o muy cerca de ella.

Como otros países, España lleva meses con señales de debilidad. El PIB se estancó (crecimiento cero) el pasado verano. Y los crecimientos del país desde que dejó atrás la primera recesión (primer trimestre de 2010) siempre fueron tibios €variaciones intertrimestrales de entre el 0,1% y el 0,3%€ , indicativos de que la recuperación no llegó a ser consistente.

La hipotética segunda recesión llegaría en el contexto de la crisis de deuda soberana europea y con los estados sin munición para intentar contrarrestar la caída de actividad privada mediante políticas de gasto público como las desplegadas entre 2008 y 2010 dentro y fuera de España. Según los sectores más críticos, aquellas medidas de estímulo €devolución fiscal de los 400 euros, "plan E" de obras municipales o ayudas a la compra de automóviles, en el caso español€ terminaron por alimentar el déficit y el endeudamiento públicos, la desconfianza de los mercados donde se financian los países y, en suma, la crisis del euro.

Una recesión implica menos actividad económica y menos empleo, así que Luis de Guindos dio por sentado que el país superará los cinco millones de desempleados, algo que ya anticipó también el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante el debate de investidura.

"Es muy difícil" hacer pronósticos más allá de seis meses, comentó también el sucesor de Elena Salgado al frente de la política económica.