La flota de Gran Sol y, más concretamente, la representada en la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), podrá mejorar el valor de comercialización de una de sus especies más emblemáticas, la cigala, si "cuaja" la implantación de un cocedero del marisco a bordo, de forma que parte de las capturas de esta especie llegue a puerto y a los puntos de venta ya cocida y posteriormente congelada.

Tal es la intención con la que, a iniciativa de un armador coruñés –Planas y Cía– asociado a Arvi, se puso en marcha un proyecto de investigación que concluyó con el diseño de un sistema de cocción, que ya está listo para ser instalado en un gransolero para conocer su funcionamiento a bordo, único paso que resta para su aplicación, tras haber superado ya todas las pruebas previas.

La idea parte de la necesidad de evitar la pérdida de valor que sufren las hembras, cuyas cabezas presentan un aspecto negruzco, por las huevas, y eso da la sensación al consumidor de que el producto no es fresco, lo que disminuye su cotización hasta cuatro veces respecto a los machos (4,4 euros frente a 12,7/kg).

Si la congelación del producto se produce una vez cocidas, el color de las cabezas es naranja de los "corales," lo que aumenta su apreciación por el consumidor explica Jorge Romón, director del departamento de I+D de Arvi, que gestionó el proyecto piloto subvencionado por la Consellería do Mar y cuyo seguimiento realiza el Centro Tecnolóxico do Mar.

La principal dificultad que debía salvar el cocedero era el de la seguridad a bordo, ya que la cocción se presenta más complicada y peligrosa en un entorno en movimiento y susceptible de sufrir golpes de mar, que podrían afectar a la tripulación o al buque durante el proceso de cocción. Fue así como los esfuerzos de la empresa encargada de desarrollar el protototipo –la viguesa Talleres Alvasan, con instalaciones en Gondomar dedicadas a la maquinaria de pesca– se centraron adaptarlo a las características de los pesqueros.

Desbordes y espacio

"Se probaron distintos sistemas para evitar desbordes y finalmente se logró uno, que incluye también extracción de gases y medidas de seguridad, y que ofrece un cocedero de un tamaño adecuado para el espacio del buque, es decir, más o menos de un metro cúbico y donde se pueden cocer 30 kilos por minuto", señala Romón. Otra premisa era preservar enteras y pegadas al cuerpo las patas de la cigala.

Tras las pruebas realizadas y con el consejo de cocederos vigueses en tierra y de especialistas en cata aportados por el Cetmar, se ultimó un sistema por el que las cigalas saldrán del barco perfectamente cocidas y envasadas en cajas de varios tamaños, que se adaptarán más a la demanda del mercado al poder ofertar cantidades menores de producto, señaló el responsable de I+D de Arvi.

El desarrollo del cocedero superó los 100.00 euros de coste aunque se estima el precio de su implantación será de 30.000 euros por barco, susceptibles de subvención hasta en un 40% por el Fondo Europeo de Pesca (FEP) al "ajustarse a las características de las ayudas para equipamiento de buques pesqueros y, en concreto, a la mejora de las condiciones de conservación y comercialización del producto".

El sistema de cocción está ya listo para ser probado en un barco de Gran Sol. Será en unos días, según avanza Romón, y después, de las pruebas a bordo se contrastará su interés y viabilidad para generalizarlo a la flota de Gran Sol.