Nuevas tecnologías, innovación en materiales y procesos de producción, envases "activos", valorización de los productos y subproductos marinos y seguridad alimentaria constituyen las cuatro grandes áreas en las que se engloban los doce proyectos de I+D+i que presentó esta semana a la industria y al sector pesquero y acuícola la patronal conservera Anfaco Cecopesca, que participa en ellos junto a otras instituciones y organismos de investigación de toda Europa o desarrolla en solitario y cuyo presupuesto global se acerca a los 20 millones.

Entre los proyectos que Anfaco tiene entre manos destaca, por su mayor cuantía económica —14 millones de euros, financiados por la UE— el denominado Biocop, en el que Anfaco participa junto a la Universidad de Santiago y 33 socios de centros de investigación, agencias e industrias de Europa y Canadá. El proyecto está enfocado a la seguridad alimentaria y emplea nuevas tecnologías para el cribado simultáneo de contaminantes químicos en alimentos. La parte del proyecto que realiza Anfaco persigue la aplicación de la tecnología de resonancia plasmónica (SPR) a la detección de las toxinas del grupo PSP (paralizantes) que afectan a los bivalvos. Esta tecnología aprovecha cambios en las propiedades ópticas de determinados materiales y ya se usa comercialmente en la detección de contaminantes en alimentos.

En el área de seguridad alimentaria y relacionado con las toxinas marinas se enmarca el denominado proyecto Atlantox, en el que están implicados también universidades e institutos de investigación comunitarios y que pretende acelerar el desarrollo e introducción de un método eficiente y rápido alternativo para la detección de nuevas biotoxinas, basado en anticuerpos y ensayos funcionales.

Otro de los más proyectos de mayor cuantía económica –2,1 millones– es el Pharmatlantic, que persigue la creación de una red estable de transferencia de conocimientos entre investigadores y empresas sobre la investigación y explotación de recursos marinos para crear compuestos bioactivos con aplicación en la prevención de enfermedades mentales y cáncer. En la iniciativa participan con Anfaco nueve entidades de cinco países comunitarios.

Otro proyecto de este ámbito se centra en estudiar el aprovechamiento de las esponjas de mar y su cultivo para obtener sustancias de interés comercial por su posible aplicación como sustancias antitumorales o antibacterianas.

Mientras, en lo referido a nuevas tecnologías, materiales y procesos de producción, la patronal conservera presentó varios proyectos, centrados en la automatización y robotización del proceso de pelado y limpieza de atún, en el diseño de un sistema de conservación de productos pesqueros y acuícolas por ultrasonidos o en el desarrollo de recubrimientos activos alternativos a los barnices convencionales que se usan en la industria conservera. Como innovaciones en envases también se presentó una iniciativa que busca recipientes activos con aditivos naturales obtenidos de residuos agroindustriales.