El Plan General de Explotación Marisquera diseñado por la Consellería do Mar para 2011 incluye importantes novedades, y como FARO avanzó ayer la más destacada es la modificación de las vedas de la centolla, de tal forma que este año va a ser posible pescar y comercializar este preciado crustáceo también en los meses de julio y agosto.

Pero ese documento, que es la herramienta por la que debe guiarse todo el sector del mar, va mucho más lejos, ya que incorpora casi 200 planes de actuación concretos, ya sea para regular la explotación de recursos específicos –como el percebe, la navaja o las algas–, o bien para establecer los mecanismos de trabajo, topes de captura y días probables de extracción en las zonas de libre marisqueo o en las concesiones de las distintas cofradías y agrupaciones gallegas.

En concreto, el reglamento por el que deben guiarse las cofradías en el presente ejercicio incorpora una treintena de planes de explotación de percebe, 19 para el erizo de mar, 26 para los solénidos –navaja, longueirón y longueirón vello–, cinco planes para la explotación de la oreja de mar o peneira y 19 para las algas.

A esto hay que sumar, y de ello depende la actividad casi diaria de los diferentes pósitos y agrupaciones de mariscadores, 42 planes de explotación en las autorizaciones marisqueras de las diferentes cofradías, que van a ocuparse de desarrollar esos planes tanto de manera individual como conjunta, según los casos.

Y para completar la relación hay que hablar igualmente de 49 planes específicos de explotación en zonas de libre marisqueo, es decir, actuaciones a desarrollar por los pósitos independientemente de lo que pueda dar de sí la campaña de libre marisqueo que se lleva a cabo cada año en las zonas comunes de las rías gallegas, y que en este ejercicio abarca desde hoy hasta el 31 de marzo y desde el 3 de octubre al 30 de diciembre.

A modo de ejemplo, puede decirse que el Plan General de Explotación Marisquera no solo fija la veda de la centolla o detalla las características de la campaña del pulpo, tal y como se avanzó ayer, sino que determina que en la provincia de Pontevedra van a desplegarse trece planes de explotación en autorizaciones marisqueras impulsados por las cofradías de A Illa, Aldán-Hío, Baiona, Cambados, Carril, O Grove, Vilanova y Vilaxoán.

Y a esos hay que sumar un plan de explotación en la provincia de Lugo –cofradía de O Vicedo– y 28 en las autorizaciones marisqueras de las cofradías de A Coruña, entre ellas las arousanas de Cabo de Cruz, A Pobra do Caramiñal, Palmeira, Rianxo o Ribeira.

Abundando en ese ejemplo, lo que hace la Xunta con el Plan General de Explotación Marisquera es determinar que O Grove tiene 160 días para faenar a pie y 240 días más para trabajar desde embarcación en sus autorizaciones. Y al hacerlo así, la Consellería do Mar aprovecha para detallar las especies permitidas, las épocas probables de extracción, la zona de trabajo autorizada y los puntos de control.

Esto se repite con absolutamente todas las cofradías participantes, y se hace, también, en el reparto de los planes específicos en zonas de libre marisqueo, que como queda dicho son 49 en toda Galicia. Nueve de ellos van a desarrollarse en la provincia de Lugo, 18 son de aplicación en la de A Coruña –incluyendo las cofradías arousanas que se asientan en la comarca de Barbanza– y los 22 planes específicos restantes en zonas de libre marisqueo van a estar tutelados por cofradías y agrupaciones pontevedresas, entre ellas A Guarda, A Illa, Aldán-Hío, Arcade, Bueu, Cambados, Cangas, Carril, O Grove, Moaña, Redondela, Vilanova de Arousa y Vilaxoán.

Además aparecen, en este caso, planes conjuntos como el que forman Pontevedra, Lourizán, Sanxenxo, Marín y Raxó, el que impulsan Arcade y Pedra de Oliveira (Vilaboa) o el plan de la Asociación de cofradías de la ría de Vigo.