Detectar nuevos nichos de mercado. Este es uno de los trabajos de la prestigiosa consultora gallega Dosvalor, que preside Juan Güell. La difícil situación por la que atraviesan los astilleros gallegos por falta de nuevos contratos y su repercusión en el empleo de cientos de empresas auxiliares del naval urge buscar nuevos horizontes. El informe "The Offshore Wind Power Market of The Future" ["El Mercado de futuro de la energía eólica marítima"], que se elaboró durante un año y medio, aporta cientos de datos sobre la importancia de futuro de la eólica marina, no solo como una actividad generadora de energía, sino como una tabla de salvación para las empresas de construcción naval gallega.

El informe invita a los astilleros vigueses a tomar posiciones en este campo como ya lo está haciendo Navantia para construir los nuevos buques offshore wind, cuyo trabajo sería el de instalar inmensos pilotes de hormigón y de hierro en el fondo marino para asegurar los molinos, además de transportar las torres, palas de las hélices y las turbinas y su posterior ensamblaje.

Los países del norte de Europa se han lanzado una competitiva carrera para instalar en sus costas grandes parques eólicos siguiendo el ejemplo de Dinamarca, que fue pionera en este sector en 1991. El documento de Dosvalor indica que si bien los costes de construcción de los molinos marinos son muy superiores a de los que se ubican en tierra, ofrecen una serie de ventajas sobre estos últimos. Así, la producción eléctrica es más constante porque el viento circula sin los accidentes geográficos que existen en tierra; la cantidad de energía que se obtiene es de un 20% superior a la de los parques terrestres e incluso puede llegar hasta un 50% y, además, con un adecuado mantenimiento adecuado la vida útil de los parques puede llegar a duplicarse.

Juan Güell señala que "el éxito y el crecimiento de estas instalaciones viene dado, más allá de sus ventajas energéticas y medioambientales, por los beneficios económicos y los puestos de trabajo que podría generar en Europa. En eso coincidimos con los informes de expertas consultoras internacionales en materia energética".

Según calcula la EWEA (Asociación Europea de Energía Eólica) en su reciente informe "Wind at Word" ["El viento trabajando"], en el año 2015 la energía eólica marina ya generará más empleo que la terrestre y podría situar la cifra de trabajadores directos en Europa de los 154.000 que había en 2006 hasta cerca de los 370.000 y más de un millón de empleos indirectos en 2015.

La Unión Europea ha entendido las oportunidades que ofrece la energía eólica offshore en cuanto a la creación de empleo, innovación tecnológica y producción de energía verde. Tanto es así que cinco proyectos offshore eólicos han recibido un total de 500 millones de euros procedentes del Plan de Rescate Económico –valorado en 5.000 millones de euros– que ha puesto en marcha Bruselas. Además, unos 150 millones de euros irán la I+D de una red eléctrica en el Mar del Norte.

El informe señala que "el sector eólico marino en Europa está en fase de despegue definitivo gracias al apoyo político de varios países". Los pioneros fueron Dinamarca y el Reino Unido seguidos de Alemania y Holanda, mientras que los países nórdicos no se quedan atrás y preparan sus propios planes de incentivo para que estas instalaciones les ayuden a cumplir el 20% del consumo que han de cubrir con energías renovables en 2020, según se ha comprometido al Unión Europea.

Nuevas tecnologías

Se ha demostrado que los generadores instalados en el mar son competitivos con los emplazados en tierra cuando se sitúan al menos en zonas de más de 15 metros de profundidad. Pero cada vez la eficiencia energética aumenta a medida que las instalaciones se alejan de la costa, donde los vientos soplan más fuertes. En Alemania se está trabajando en profundidades de entre 30 y 40 metros con el programa "Alpha Ventus", mientras que el parque eólico escocés Beatrice ya ha logrado levantar gigantescas turbinas en fondos de hasta 45 metros. Por otra parte, la compañía StatoilHydro trabaja desde hace tiempo en un proyecto en Noruega para superar profundidades de más de 100 metros con aerogeneradores fijados a boyas. El primer prototipo comenzó a operar el pasado 29 de abril.

Además de la distancia de la costa para captar viento más fuerte, las empresas de aerogeneradores eólicos marinos están inmersas en incrementar la potencia de las turbinas desde los actuales 3 megavatios hasta los 10 e incluso alcanzar, en poco tiempo, los 20 Mw.

La eficacia de los aerogeneradores pasa ahora por situarlos cada vez más lejos de la costa, con lo que se consigue también anular el efecto visual desde la costa de parques situados a más de 18 kilómetros mar adentro.

Potencia instalada

Al cierre del ejercicio de 2009 estaban instaladas un total de 825 turbinas en las costas europeas en 38 parques que generaban una potencia de 2.056 megawatios. El Reino Unido representaba el 42,9% del total con 882,8 Mw, mientras que Dinamarca ocupaba la segunda posición con un 31,1% y 639,15 Mw. En estos momentos se están instalando 17 parques en las costas europeas con una potencia de 3.500 Mw, mientras que otros 52 parques con 16.000 Mw ya han recibido las correspondientes autorizaciones.