El conselleiro de Industria, Javier Guerra, avanzó que su departamento está ultimando una normativa, pionera en España, que regulará las infraestructuras y puntos de recarga de los vehículos eléctricos, y que recogerá aportaciones de la Mesa de Electromovilidad de Galicia. El responsable de Industria anunció que la Mesa se estructurará en cuatro comisiones de trabajo para aglutinar esfuerzos en el desarrollo y fomento del vehículo eléctrico en la comunidad.

La primera de las comisiones de trabajo se ocupará de la "reglamentación y normativa", mientras que una segunda se dedicará en la "tecnología y líneas de I+D+i". La tercera estará centrada en la "promoción" del coche eléctrico y la coordinación de ayuntamientos, mientras que la cuarta estará encargada de conformar los proyectos demostrativos que se llevarán a cabo en las siete grandes ciudades gallegas.

El conselleiro también reveló la existencia de conversaciones entre su departamento y la dirección de la planta del Grupo PSA Peugeot-Citroën para apoyar mediante ayudas los nuevos proyectos de vehículos eléctricos. Guerra recordó que para las furgonetas eléctricas M3 y M4, la Xunta aportó cerca de 40 millones de euros. El conselleiro hizo estas declaraciones momentos antes de que se reunirse la Mesa de la Electromovilidad de Galicia, en la que participan empresas y organismos de la comunidad implicadas en el vehículo eléctrico.

Javier Guerra no concretó de las cifras que se están manejando para apoyar los futuros vehículos eléctricos de PSA en Vigo. Indicó que el objetivo de esta iniciativa es preservar el mayor número de empleos posibles en momentos como el actual en el que se están produciendo fuertes caídas en las ventas. "Estamos apoyando con 2.000 euros las ventas de automóviles, porque si no se venden coches las plantas de producción y las industrias auxiliares se verán obligadas a prescindir de personal", afirmó.

En este sentido garantizó que la Xunta hará "todo lo posible" para evitar un posible Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en la factoría viguesa de PSA Peugeot-Citroën como consecuencia del descenso de la producción previsto para 2011.

"Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para que Citroën comprometa en Vigo carga de trabajo", dado que "las ayudas que están recibiendo son para consolidar el futuro", señaló.