La Audiencia Provincial de Pontevedra tiene en sus manos los recursos presentados por algunos de los abogados defensores de los imputados en la "Operación Abuelo", en los que se pide la anulación de las escuchas telefónicas realizadas por la Guardia Civil bajo la tutela del Juzgado 2 de Cambados.

Los letrados reclaman la invalidez de las intervenciones telefónicas, que son una parte de las pruebas recabadas por los investigadores contra los imputados. La "Abuelo" se desarrolló a finales de junio pasado, cuando la Guardia Civil detuvo a una docena de pescadores y armadores del cerco de Portonovo, Redondela y Vigo, acusados de pescar con dinamita.

En la actualidad todos están libres –en algunos casos tras pagar fianzas– y siguen trabajando con normalidad, pues la Consellería do Mar optó por no retirarles la licencia en tanto no se resuelva su inocencia o culpabilidad. La instrucción la dirige el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Cambados, Juan Carlos Carballal, y fuentes consultadas por este diario indican que también está a la espera de la decisión de la Audiencia sobre las escuchas telefónicas antes de dar nuevos pasos en las diligencias.

Fuentes conocedoras del caso afirman que al menos algunos de los procesados confían en que la Audiencia resuelva favorablemente sus recursos a las intervenciones telefónicas, sobre todo tras conocerse una sentencia del Tribunal Supremo que absolvió a cinco de los condenados por pescar con dinamita en Camariñas en 2006 y 2007. Se trata de cuatro armadores y de la pareja de uno de ellos, que habían sido condenados por la Audiencia Provincial de A Coruña a penas de entre dos y cuatro años de cárcel por tenencia de explosivos y delitos contra el medio ambiente.

No obstante, los acusados presentaron un recurso de casación contra el fallo y a principios de noviembre el Supremo resolvió absolverles, al entender que no había pruebas suficientes como para sustentar el veredicto de culpabilidad. De hecho, el alto tribunal incluso cuestionó las intervenciones telefónicas. Asimismo, el alto tribunal entiende que no existían pruebas contundentes como para asegurar que los acusados hubiesen arrojado dinamita al mar –había otros barcos en la zona donde se escucharon las detonaciones– o que fuesen suyos los explosivos localizados en tierra, pues se encontraban en una zona a la que tenía acceso otras personas.

No obstante, las circunstancias de la "Operación Abuelo" parecen completamente distintas a la desarrollada en Camariñas. Según trascendió en su día, en la redada coordinada desde Cambados se tomaron imágenes gráficas y audiovisuales en las que se apreciaría a algunos de los imputados arrojando cartuchos al mar y además se encontró material explosivo en una finca de uno de los encausados.

La "Operación Abuelo" originó un gran revuelo el verano pasado. Se inició en vísperas de San Juan, que es la fecha en que más cara va la sardina –una de las especies que antiguamente se pescaban con dinamita–, y encontró también una gran resonancia por la entidad de algunos de los detenidos, ya que había conocidos armadores de Portonovo (Sanxenxo) o Cesantes (Redondela) y hasta del entonces patrón mayor de Vigo. La operación se saldó provisionalmente con 12 detenidos y 120 kilos de dinamita incautados