El ministro de Industria, Miguel Sebastián, pidió ayer un "esfuerzo" a Magna para resolver el ajuste a corto plazo de la factoría automovilística zaragozana de Figueruelas y consideró que su objetivo es evitar la huelga, que sería "contraproducente".

Sebastián hizo estas declaraciones a los periodistas en el Senado en referencia a la convocatoria de huelga de cuatro días aprobada por el Comité de Empresa de la planta de General Motors en Figueruelas como medida de presión para que Magna modifique el plan industrial que plantea para la factoría zaragozana, que incluye 1.332 despidos.

El titular de Industria señaló que la huelga no sería buena para nadie, ni para España, ni para Figueruelas, ni para los trabajadores, ni para la empresa. Sebastián aseguró que su objetivo es evitar la huelga, por lo que hizo un llamamiento a las dos partes a retomar el diálogo –con las que se pondrá en contacto esta misma tarde– y ofreció su mediación para conseguirlo, incluso, en el espacio físico del Ministerio. Sebastián dijo que es optimista, pero expresó su preocupación por la situación, ya que el ajuste a largo plazo de la factoría quedó resuelto la semana pasada, pero ahora queda la parte más delicada, que es el ajuste a corto plazo.

Por otra parte, General Motors (GM) advirtió de que podría cancelar la venta de una participación mayoritaria de Opel al consorcio capitaneado por Magna y quedarse con la totalidad del fabricante alemán si el acuerdo no puede mantenerse, señaló hoy el periódico "The Wall Street Journal".