"Tiene que haber un acuerdo entre las empresas". El presidente de Puertos del Estado, Fernando González Laxe, emplazó ayer a Trasmediterránea a llegar a acuerdos con la futura naviera de PSA Peugeot Citroën en Vigo para afianzar la autopista del mar. El responsable de Fomento argumenta que corresponde a la Autoridad Portuaria viguesa –como parte del consorcio al que se le adjudicó el proyecto– el reunir a las compañías para hallar una solución, aunque reconoce que en último caso sería posible sacar de nuevo a concurso la autopista del mar.

González Laxe explica que la responsabilidad del Gobierno español acaba en la tramitación de los acuerdos intergubernamentales entre España y Francia para la puesta en marcha de las dos autopistas del mar (la de Vigo y la de Gijón), que contarán con una subvención de 15 millones de euros para los primeros seis años. "El Gobierno lo que hace es sacar el concurso y luego le corresponde a la empresa privada, en este caso a Acciona Trasmediterránea, la gestión del proyecto", apunta.

El titular de Puertos señala que con independencia de a qué naviera adjudique Gefco –la filial de transportes y logística de PSA Peugeot Citroën– los tráficos de la multinacional automovilística entre Vigo y Saint Nazaire, Trasmediterránea tiene que negociar con la ganadora. "Pero es el Puerto vigués el que debe llamar a los empresarios para que expliquen qué piensan hacer", añade.

La presidenta de la Autoridad Portuaria, Corina Porro, aseguró por su parte que ha enviado una carta al ministro de Fomento, José Blanco, exigiéndole que se "ponga las pilas" para salvar la autopista del mar. La titular portuaria asegura que el actual concurso para las autopistas del mar prima a una empresa y no al mercado real, por lo que explica que hay que buscar una "fórmula legal" que permita mantener la subvención en caso de que Trasmediterránea no logre el tráfico de PSA.

Gefco ha convocado un nuevo concurso para todas las líneas de Citroën en la fachada atlántica europea, contrato al que no ha acudido Trasmediterránea –actual adjudicataria de la línea viguesa hasta próximo el 31 de diciembre– pese a ser éste el principal argumento de la naviera para hacerse con la autopista del mar.

La empresa, que ha mantenido un absoluto mutismo sobre este asunto, admitió ayer a FARO que sigue "adelante" con el proyecto y lo "desvincula" del contrato de Gefco. "En ningún momento hemos dicho que renunciábamos a la autopista del mar", apuntan fuentes de la naviera, que no aclaran en cambio cómo piensa la empresa alcanzar los tráficos exigidos por España y Francia sin la colaboración de PSA Peugeot Citroën.

En este sentido, empresarios vinculados al Puerto argumentan que es "imposible" cumplir con los requisitos mínimos de frecuencias y cargas de las autopistas del mar sin la línea de PSA, por lo que razonan que si Trasmediterránea sigue adelante con el proyecto tendrá que pactar con la naviera que adjudique este contrato.

Ofertas

Las mismas fuentes señalan que la oferta mejor situada para hacerse con la línea de PSA es la del empresario asturiano Luis de la Peña Riva, de la naviera Compañía Marítima Hispano Francesa. De la Peña fue durante 22 años accionista y consejero delegado de Flota Suar- díaz, hasta su salida en 2002. Más tarde se incorporó al consejo de administración de Trasmediterránea y su papel fue determinante en la adjudicación de la línea de PSA a la naviera del Grupo Acciona –antes estaba en manos de Flota Suardíaz– a finales de 2004.

En esta ocasión, Luis de la Peña Riva acude con su propia compañía, constituida el pasado mes de mayo en Madrid, y fuentes portuarias advierten de que no estaría dispuesto a llegar a un acuerdo con Trasmediterránea si resultase ganador.