Caja Navarra (CAN) y Caja Canarias suscribieron ayer un acuerdo por el que ambas configurarán un grupo económico mediante la integración de negocios y la puesta en común de políticas de riesgos, pero preservando su independencia jurídica. Con ello ambas entidades protagonizan el primer acuerdo de integración entre cajas de distintas comunidades autónomas.

Esta fórmula, conocida como fusión virtual, es similar a la que Caja Cantabria pretende llevar a cabo con otras cajas, fundamentalmente de comunidades uniprovinciales.

Entre las candidatas a abrir conversaciones en torno al proyecto cántabro figuraban Cajastur y Caja Navarra, pero esta última ha optado por emprender su propio camino, aunque ayer precisó que el acuerdo que acaba de establecer con la entidad canaria está abierto a que se puedan sumar otras cajas españolas.

El acuerdo, suscrito por el presidente de Caja Canarias, Álvaro Arvelo, y el director general de Caja Navarra, Enrique Goñi, supone que ambas entidades conservarán su personalidad jurídica y sus órganos de gobierno en sus áreas de origen: Canarias, en el caso de la caja del archipiélago, y Navarra, País Vasco, La Rioja y Aragón, en el caso de la entidad navarra.

En estos territorios, Caja Navarra y Caja Canarias mantendrán sus redes comerciales diferenciadas, aunque, para el resto del territorio español, crearán una nueva marca diferente.

Además, estas entidades configurarán un grupo económico común que se encargará del negocio mayorista y de la gestión de áreas como fondos y seguros y carteras industriales, entre otras actividades.

El grupo se estructura sobre una sociedad central de servicios financieros plenos participada por ambas cajas. La integración financiera de amplio alcance se articulará bajo la constitución de un SIP (Sistema Institucional de Protección) que centralizará las políticas financieras, de solvencia y riesgos.

El modelo prevé la integración operativa de servicios comunes, tecnología y marca, con redes comerciales complementarias, y el desarrollo unificado de negocios en territorio nacional e internacional.

La operación, según destacó Caja Navarra, no prevé acudir al FROB, mecanismo diseñado por el Gobierno para facilitar, con recursos financieros, la integración de las entidades bancarias y cajas.

Tras este acuerdo, el grupo se situará, tomando como referencia los datos consolidados a cierre de junio de este año, como la novena caja en España por volumen total de activos, y la sexta caja nacional en resultado consolidado atribuido.

Caja Navarra subrayó que, con este acuerdo, se potenciará el modelo de negocio de banca cívica como estrategia de crecimiento del grupo, un sistema por el que los clientes deciden cómo repartir la obra social y conocen cuánto dinero están movilizando con sus elecciones. Se trata de un modelo que Caja Navarra aplica desde hace cinco años y al que se han sumado más de 4.000 entidades sociales de toda España, junto con sus entornos de influencia.

Banco de España

Esta operación, que cuenta con una valoración preliminar positiva por parte del Banco de España, ha sido aprobada por los órganos de gobierno de las dos entidades, que en su momento deberán ratificar los avances que se vayan produciendo en el proceso.