El presidente de Chrysler, Bob Nardelli, expresó en un comunicado que "aunque no fue posible llegar a un acuerdo total, estoy realmente agradecido por todo lo que ha sido sacrificado por parte de muchas partes interesadas de Chrysler para llegar a un acuerdo de principio con Fiat".

Nardelli se declaró "desilusionado" por la necesidad de acudir a los tribunales para continuar con la reestructuración de Chrysler.

"Aunque estoy motivado por la creación de una alianza global, estoy personalmente desilusionado que hoy Chrysler haya solicitado la suspensión de pagos. Ésta no era mi primera elección", afirmó Nardelli.

La empresa añadió que solicitará la rápida aprobación del tribunal del acuerdo con Fiat y la venta de los activos principales de Chrysler a la nueva compañía.

Bajo las leyes estadounidenses, una vez que una empresa solicita la suspensión de pagos en los tribunales, todas las decisiones de la sociedad tienen que ser aprobadas por un juez.

Chrysler señaló que ese proceso debería concluir con la creación de una nueva compañía "más concentrada" en 30 ó 60 días.